jueves, 13 de septiembre de 2007

Me pienso morir en español

La Generalidad quiere obligar a los alumnos a hablar en catalán también en el recreo
Luego, y si no al tiempo, querrán que sean rubios y de ojos azules.
Con lo que nos lo pondrán muy fácil, ya que todo el que sea rubio, de ojos azules y hable en algún dialecto extraño, acabará en Vigo cuando pregunte por la carretera que va a Cuenca.
Pero esto no es de ahora: Ya viene coleando hace años.
Allá por el año 2003 o 2004, Pérez Reverte, a propósito de unas Hojas Parroquiales del algunos Obispos Catalanes, escribió el siguiente artículo:
Artículo que me hace ilusión daros a conocer por varios motivos: 1º) Por venir a cuento, 2º) para que abordeís en tema desde un punto de vista desenfadado, 3º) porque es difícil de encontrar.
Lo estaba buscando hace tiempo como un loco, y nada. Por fin lo he encontrado en unos foros, donde fue "colgado" por un tal ....¡Draco!
QUINS PECATS TENS?

Tengo en un libro una foto de unos cuantos obispos hacia el año cuarenta, saliendo de una misa o un Te Deum o algo por el estilo, todos con el brazo en alto, muy serios en plan saludo vencedor de las hordas rojas y demás. No sé si los obispos eran catalanes, que a lo mejor hasta lo eran; pero lo que estoy seguro es de que, cuando la foto, ninguno de ellos estaba exigiendo a nadie que la única lengua oficial que de hablara en Cataluña fuese el catalán, como hicieron no hace mucho en uno de esos comunicados que los obispos, catalanes o no, suelen difundir cuando el panorama táctico aconseja una de cal y otra de arena. No es difícil comprenderlo. Cada uno tiene sus puntos de vista y su memoria personal, sus filias, fobias, intereses y sueños en la cabeza. Y comparto el desprecio de muchos catalanes, sean obispos o no, por esa España demagógica, folletinesca y cutre que durante varios siglos se nos estuvo metiendo con calzador. Una España que mi amigo y compadre Raúl del Pozo define, gráfica y acertadamente, como una matrona con un laurel en la mano, un león a los pies, una bandera roja y gualda y un rey reinando sobre un país de abanicos a las cinco de la tarde. Uno comprende todo eso. Y comprende también que, desaparecidos el viejo argumento de la operación centralista, los virreyes castellanos y los culatazos de la Benemérita, la lengua sea a veces la única bandera que queda para convocar a la gente a toque de corneta, so pena de que se dispersen las ovejas y se desbarate el negocio. Todo eso es, tal vez, legitimo. El problema surge cuando, con los obispos haciendo de palmeros finos y ante el rechinar de dientes de un Gobierno agarrado por las pelotas, se procura no ya establecer el bilingüismo, si no borrar del mapa el castellano, el español, o como carajo se diga. Y los obispos, que igual se apuntan a un cocido que a un estofado, bendicen ahora esa represión lingüística como antes bendecían la otra, los piquetes de fusilamiento o los generalísimos bajo palio: sin el menor pudor, la menor memoria ni la más mínima vergüenza, en vez de dedicarse a salvar almas, que es lo suyo. Porque los obispos, sean catalanes o malgaches, lo que tienen que hacer es cuidar la diócesis y el latín, que es una lengua preciosa y con mucha solera eclesiástica, y dejarse de fornicar la marrana. Y ese comunicado exigiendo que solo se hable en catalán en su cotarro me plantea graves dudas que, a falta de director espiritual próximo, me atrevo a plantear aquí, por si alguien es capaz de serenar mi atribulado ánimo. Supongamos que yo, notorio pecador, descreído y castellano parlante, estoy un día de paso en Cataluña. Y como soy torpe y de pocas luces –amén de mis repugnantes resabios españolistas- resulta que, aparte el francés y algo de ingles, de lenguas peninsulares sólo hablo lo que don Xabier Arzallus llamaría, o llama, la lengua de Franco: o sea, ese instrumento abyecto de represión y vileza que tanto daño ha hecho al mundo. Y puesto a imaginar, imaginemos que llega mi última hora, y que Dios, en su infinita bondad, me llama al seno de Abraham en tierra catalana. Y yo, debatiéndome en los estertores de la agonía, veo de pronto la luz y reclamo a gritos confesión, confesión, traedme un cura, voto a tal. Y mis amigos y deudos corren raudos en busca de alguien que me garantice el transito. Y acude un párroco. Y entonces, oh desdicha, cuando abro la boca para aliviar mi alma pecadora, resulta que el dómine, que se llama Manolo Sánchez pero, por la cuenta que le trae, habla un catalán de la hostia y no sabe decir en español más que buenas tardes y hasta luego Lucas, me pregunta: Quins pecats tens, fill meu?. Y yo le digo: ¿mande, pater?. Y él me responde: Penedeixes, pecador?. Y yo, que aunque moribundo no estoy para coñas, ya no pido a gritos confesión, confesión, sino traducción, traducción; y luego intento confesarme por señas pero mis pecados son innúmeros –alcohol, palabrotas, mujeres malas- y no nos da tiempo. Así que al final agarro al dómine por la estola, le mento a todos sus muertos en la lengua de Cervantes y luego a San Apapucio, el copón de Bullas y el Chapiro Verde, y muero inconfeso y blasfemando en arameo. Y me condeno por no hablar catalán, que tiene cojones.

Así que, yo, de tener que volver a Cataluña (cosa que dudo), y me entra un yuyu, moriré en español (por mucho que me condene)
Nota: El amigo gutiforever me ha dejado, en Comentarios, un artículo muy interesante del mismo Autor. Sobre Vascuences.

13 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Yo hablo nazicataplino en la intimidad.

Cada vez que cago, para más señas xD

Draco dijo...

Gracias por el envío.

Voy a hacer una anotación en la entrada para encontrarlo facilmente para otro día en que se presente la ocasión y que, como hoy, no tenga mucho tiempo para hacer "florituras" y retorcer la sesera.

Un abrazo.

El Cerrajero dijo...

# Gutiforever, muy buena la carta de Pérez-Reverte, gracias por recordárnosla.

Hartos de ZPorky dijo...

Y yo.


Muy buena, cerrajero.

guillermo dijo...

Tenian que poner el articulo, en todas las esquinas de las vascongadas, a ver si alguno se caia de la boina, joder !que tropa!.

Javier dijo...

Yo la acabo de recibir en mi correo, debe estar navegando por la red como movida por un vendaval.
Por cierto, Draco, a falta de cura con talante universal, creo que basta con hacer un último acto de fe para salvarse. Con el Señor mío Jesucristo debe ser suficiente, seguro que Él entiende nuestro idioma, al igual que los demás.

Un abrazo.

Gazulin dijo...

Pues es una lastima la Cataluña que están creando, llena de ignorantes.
Pero ¿tiene solución?.

Saludos...

Draco dijo...

¿Qué es lo que circula por la Red? ¿Lo de Quins pecats tens?.

Me he pasado meses buscándolo sin resultado, hasta que lo he encontrado, hoy, en un post que publiqué yo mismo en un foro hace un par de años.

Javier dijo...

No, la carta de Pérez-Reverte que trajo gutiforever a tu blog. Me la mandaron desde Canarias y me costó un poco traducirla porque viene en el idioma de los gomeros, está hecha a base de silbidos. Si es qué... (lo de los silbidos es una broma xD).

Un abrazo.

Anonymous dijo...

Teoría 1: Los nacionalistas se radicalizan por culpa de la intransigencia de Aznar.


Teoría 2: Los nacionalistas se radicalizan por culpa de la transigencia de Zapatero.


Tercera vía: Los nacionalistas no necesitan que les motiven para echarse al monte.

Martha Colmenares dijo...

Pues Draco, hablando de la Generalidad, he andado indignada con unas imágenes que he colgado de lo ocurrido el 11 en Barcelona. Una agresión terrorista a la Concentración de PNBCN. Loas y apología al terrorismo.
Y las autoridades complacientes.
Esto es deplorable.
¿A dónde vamos a llegar?
Y de paso, ante la gran indiferencia de los medios cuando eso es noticia de titulares. Por principios debería serlo.
Bueno sigo pasando mi molestia... Encantada de leer el tema.
Un abrazo desde Venezuela, Martha Colmenares

Claudedeu dijo...

¿Y qué van a hacer? ¿Perseguir a los niños en el patio para ver lo que hablan? ¿No van a poder jugar las niñas -o los niños, que igual a las señoras okupas que viven en Gracia les parece mal- a la "comba"? ¿No pueden marcar "gol" si juegan al fútbol? ¿Van a poner chivatazos y castigar a los niños de cara a la pared o escribiendo mil veces en la pizarra "no volveré a hablar en español"? Si me lo permite, yo metería a toda la clase política catalana en un refrigerador hasta que se les aclarasen las ideas.

Draco dijo...

Javier: ¡Ah! Es que me había costado Dios y ayuda encontralo y casi me da un infarto la noticia.

Anónimo: La 3ª, los nacionalismos siempre son en contra de algo o de alguien

Martha: No las he visto aún (no "entrabas" ayer bien) pero me lo imagino. ¿A donde vamos a llegar? Pies a lo que decía Iguarreche: A resolverlo a palos

Claudedeu: No les des pistas. Yo lo que haría con la clase política catalana sería butifarras (pero antes se las daría a probar al perro, a ver que pasa)