El año cuarenta y cuatro,
cinco después de la guerra,
Sus ansias de progresismo
siempre fueron gigantescas,
de aquel partido que era,
proclive a la Unión Soviética.
que, según los suyos cuentan,
luchar por la clase obrera!
sus horas y su sapiencia.
Después, ya con Franco muerto,
sin dejar de ser política,
porque eso va en la genética.
(ya no sé si por la Iglesia)
con un señor, arquitecto,
Mientras Manuela juzgaba,
su esposo fundó una empresa.
para ahorrarse algunas pelas,
Pretextó que, como hay crisis,
(o a menos, según se vea).
Un buen día a sus currantes
que aunque fueran arquitectos
con título y con carrera,
como "técnicos de cálculo"
los iba a tener la empresa.
tragaron con esa afrenta,
que suponía, en sus sueldos,
la rebaja y la vergüenza,
porque tienen sus familias,
sus hijos, sus hipotecas,
sus facturas, sus impuestos,
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Los currantes lo denuncian,
y el juez de turno decreta,
después de haber estudiado
los testimonios y pruebas,
que Leira debe pagar
todo lo que les adeuda,
más las indemnizaciones
los pluses y los etcéteras.
Se pusieron muy contentos
los pobrecitos currelas.
¡Al fin iban a cobrar!
¡Albricias y enhorabuena!
Pero héteme aquí, señores,
que el marido de la jueza
le traspasa a su mujer
(a la muy progre Carmena)
sus propiedades, su pasta,
su patrimonio y su hacienda.
¡Y se declara insolvente,
y no paga una peseta!
Y otra vez van los currantes
a ponerle una querella
por alzamiento de bienes
al marido y a la jueza.
Pero otro juez (es decir,
un colega de Carmena)
les dice a los demandantes
que es válida la insolvencia.
Que verdes las han segado.
Y que sin cobrar se quedan.
Y sin cobrar se han quedado,
por decisión leguleya,
los pobres trabajadores,
mientras que doña Manuela
se presenta candidata
por una lista de izquierdas,
con Podemos de la mano,
para el puesto de alcaldesa.
¡A luchar por los de abajo
viene Manuela Carmena!
¡A proteger a los débiles!
¡A darle a la clase obrera
lo que los capitalistas
y los ricos le saquean!
¡La adalid de los currantes!
¡El dechado de decencia!
¡La firme fustigadora
de todas las corruptelas!
¡La que es pura e intachable,
como han de ser las izquierdas!
¡Votadla, gente indignada!
¡Que la apoya Pablo Iglesias!
¡Votadla, que el progresismo
le circula por las venas!
¡Votadla, que va a ganar!
¡Y cuando sea alcaldesa,
seguro que entonces sí
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