¿Metro o Cercanías?

¿Recuerdas a aquel pájaro, diputado en el Parlamento madrileño, llamado Antonio Carmona?. Sí, hombre, haz memoria.

El que hundía un barco, si era necesario, para conseguir votos.

Pues parece que le han salido imitadores solo que, en vez de barcos, les viene mejor el metro. Ya puestos, pues, ¡que más da un barco que el Metro!

Lo que me ha llamado la atención es que aparezca, entre los trapos sucios, el bueno de Simancas (del que habla maravillas Joaquín Leguina). No porque no lo crea capaz, si no porque siempre había pensado que lo suyo eran los pelotazos inmobiliarios y el trasunto del ladrillo (no le conozco otras intervenciones que no sean en este campo).

¡Que le vamos a hacer! Con tal de aguarrarse a la teta de papá Estado son capaces de acabar con lo que haga falta. Transportes públicos incluidos. Y si hay que llegar, les da igual el Metro que Cercanías. El caso es llegar.

Peor lo tienen otros, que no llegarán. Algunos hijos de puta, con un pequeño empuje de Rodríguez, sí lo harán.

Por cierto, y al hilo de esta historia que tan estupendamente trata Carlos Herrera: Los señores estos de la Asociación de Date Muerte Ya, que se empeñan que te mueras, ¿Hacen algo por ayudarte a que vivas?

Ahora que Polanco, según dicen, está malito ¿Pasarán a rogarle que se muera o preferirán que siga con nosotros?.

¡Joer, me pica la curiosidad y me gustaría saberlo!