¡Qué asco de gente!

Leo hoy en el Blog de e-pe, uno de los más documentados y del que todos hemos copiado en alguna ocasión alguno de sus magníficos gifs, el siguiente post:

¡Qué asco de gente!. La repetición de este Gobierno de estafadores, manipuladores y falsificadores ha acabado por desmotivarme del todo.

Si había perdido el interés por escribir, ahora he perdido el interés por producir. Me niego a esforzarme para esta cuadrilla de sinvergüenzas. ¡Que se mantengan ellos! Yo voy a organizarme otra ruta de ocio.

Buenos días.

Espero que no lleve a termino lo que dice, y que nos siga informando tan espléndidamente como hasta ahora, pero si tenemos en cuenta que después de un montón de años la gente sigue picando con el timo de la estampita ante cualquier embaucador que le salga al paso, su desanimo es comprensible y yo le entiendo perfectamente.

Aunque creo que se ha quedado corto con lo de estafadores, manipuladores y falsificadores. Habría que añadir incompetentes, vividores y algunas "cositas" más.

Como nos demuestra Desatinos, que se entera por la prensa de lo que ocurre por esos mundos de Dios.Total, p'a lo que sirven casi que es en mejor: Igual interviene y la caga.

¡No tienen ni put* idea de lo que pasa en Somalia y ya saben lo que le va a ocurrir a la Tierra dentro de 25.000 años!

Yo no me piendo desanimar, pero me solidarizo con mi paisano y digo con él: ¡Que asco de gente!

Qué asco de gente! ¡Señor!, ¿tú qué esperabas?, yo también estoy harto del asunto y cualquier español que esté despierto tendrá que ser consciente de este insulto. "Nos toman por idiotas y nos roban. Nos tratan como a niños y nos timan. Nos tocan las pelotas sin reparos y… como consentimos, nos dominan". Para colmo de males, los peperos, tan dados a mandar, montan un cisma en vez de acogotar a estos mangantes tan llenos de talante y de carisma. ¡Qué asco de gente! ¡Pues claro!, ¿no sabias que al español le mola el cachondeo, la falta de rigor y la mentira? Aviados estamos señor mío: Mientras la chusma aplauda esta movida podemos darnos todos por jodidos y las mujeres todas, por jodidas. Si de mí dependiese, caro amigo, antes de echar al aire la toalla le daría al gobierno el finiquito.