A vueltas con los joios cabritillos

El País intenta justificar el fracaso de la "concentración" insultando a Jiménez Losantos

Tengo que reconocer que, cuando estoy de buen humor, muchas veces pienso que en este país tenemos unos hijos de puta muy entrañables y simpáticos.

Pero cuando, para meterse con otros que no les gustan (y sin preguntarme si a mi me gustan o no, si son amigos o son familiares) me meten en el saco, la cosa ya se me hace menos simpática y empieza a jod*me someramente.

¿Qué coño es eso de que saca su propia batería de insulto que ofrece gratis a los amables ancianitos para cuando se encuentren frente a un socialista. Pueden utilizar, por ejemplo, 'gentuza', 'cobardes' o 'miserables'?.

Mira, gilipollas, yo voy ya para venerable ancianito y desde que fuisteis vosotros los que comenzasteis a insultar, no me corto un pelo. Y ni de derechas, ni de radio de los Obispos, ni de cafetito, ni de leches. Y tampoco que si amigos, que si familiares, y ni que si me gustan a no.

Ya soy mayorcito y os llamó como me sale de mis venerables aparatos amatorios, y según me dicta mi libre discernimiento, y sí no te gusta te jod*s.

Y a Cerolo lo llamó piporro porque lo es, y a zETAp le llamo cobarde y traidor, por idéntica razón. Sin que me lo tenga que apuntar nadie que, bien o mal, pienso solito.

Y como seguramente me volverás a insultar (cuando insultas a FJL y a Alcaraz me insultas a mí por ser gentuza de su santa compañía), y yo no me enteraré y tú creerás que lo puedes hace impunemente, me anticipo y te llamo mamón de mierda.

Así que, dicho lo anterior y por lo que a mi respecta, tus opiniones ya sabes lo que hago con ellas:

Tú sigue por ese camino y te aseguro que llegarás a dar con la cabeza en un pesebre. O uncida a un carro.

En el País han dejado a modo de vil panfleto insultos para Losantos ese periodista serio que le canta las cuarenta al que miente y al gamberro por mucho que se acredite su pertenencia al gobierno. Hay quien coge sus palabras como si fuesen tizones escapados de un brasero porque, según lo que toque, puede convertir en ascuas lo que son, como cenizas -nunca apagadas del todo-, rescoldos de un mismo fuego. Con personas de su talla moral, que no de su cuerpo, puede estar el ciudadano agradecido y contento aunque hay quien no desea (por razones sibilinas que sólo conocen ellos), siquiera reconocerlo. ¡Qué siga así Federico por el bien de las personas que escuchan sus argumentos! El estar bien informados sin engaños que nos lleven a juicios torticeros al darle salida al voto es un derecho del pueblo.