lunes, 14 de julio de 2008

Una Sociedad enferma

La corrupción no figurará entre las principales preocupaciones de los españoles, pero se ha convertido en un cáncer que invade todo el tejido social.
Después de la corrupción de los Ayuntamientos de Marbella, de Estepona, y varios cientos de miles más repartidos por toda la geografía española (unos conocidos y otros por conocer: En Andalucía, por ejemplo, la corrupción es endémica, y la de Cataluña también tiene reconocido prestigio entre los políticos y la burguesía), ahora descubrimos que también están metidas las policías locales. Caso de las de Coslada y la de El Molar

Y lo malo no es que haya corrupción, mientras que haya corruptos y corruptores siempre existirá, lo malo es que nunca se podrá erradicar, ya que a nadie le interesa acabar con ella.

Solo alguien que no necesitase corromperse tendría alguna posibilidad de acabar con ella. Pero teniendo los políticos que tenemos -la mayoría desertores del arado, semianalfabetos en una gran mayoría, sin patrimonio, cínicos y sin moralidad alguna-, la cosa está chunga.

En la Roma antigua el mejor gobernante era el que más dinero se gastaba (de su fortuna personal) en embellecer su cuidad. Y en USA, primero se hacen ricos, y luego se dedican a la política.

Aquí es al revés: Primero te dedicas a la política, te haces rico, y le dejas a los que vengan la tarea de embellecer tu cuidad.

Claro, que no siempre es por "la pasta". Hay veces que algunos se conforman con una buena foto en la prensa. Caso de algunos Jueces. Y si es un ascenso, ¡pues mejor que mejor!

Total, que me he puesto a repasar qué no estaría corrompido en ésta España nuestra, y he llegado a la conclusión que lo único que no se ha dejado corromper es ......
¡El Tiempo!

La sociedad no está enferma,
está medio adormilada
que los progres de la izquierda
la tienen apanfilada.

Todo va bien, todo vale,
hasta robar por la cara,
si alguien te coge in fraganti,
-para esconder la cagada-,

le das unos cuantos euros
y a continuar con la trama
que la voluntad se compra
por cuatro perras de nada.

¿La voluntad? ¿Cuatro perras?,
y mucho menos el alma
que hoy todo tiene su precio
porque la conciencia falla.

Si gobiernan los corruptos
con más desidia que ganas
de servir al ciudadano
que al fin y al cabo es quien paga,

¿cómo poder evitar
que les copien los canallas?,
canallas, sí, digo bien,
y ni San yago me calla
qué ese es el nombre que tienen
quienes hacen canalladas.

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