Hemos preparado un texto resumen de lo que han sido este año en el que hemos llevado a cabo doce concentraciones a través de la iniciativa conocida como "los 11 de cada mes", doce concentraciones en las que nos hemos congregado para exigir la verdad del 11M y para honrar la memoria de las víctimas, pero sobre todo para eso que denominábamos "socializar la duda", objetivo que sin duda podemos considerar como todo un éxito: En realidad conviene hacer memoria y ahondar un poco más en el fenómeno social que supuso el nacimiento de la Plataforma Peones Negros, del que los 11 de cada mes han sido una de tantas iniciativas, quizás la más sonada y sin duda la que nos ha dado a conocer al gran público en decenas de ciudades españolas. Como muchos de ustedes ya conocen, los Peones Negros nacieron en el Blog de Luis del Pino y se presentaron "en sociedad" por primera vez el 10 de junio (10J) en la Plaza de Colón de Madrid el año pasado. El lugar que tuvimos el honor de ocupar fue a los pies de las víctimas. De víctimas como Teresa Jiménez Becerril, que arrancó las lágrimas de todos los asistentes o de Javier Gismero, hoy convertido en un Peón Negro que sigue luchando por averiguar quién le arrebató su carrera militar dejándole secuelas físicas que perdurarán durante toda su vida. Un mes después, aquí, en Santander, un pequeño (no mucho menor de lo que es hoy) grupo de Peones acudimos a la concentración en memoria de Miguel Ángel Blanco, en una Plaza del Ayuntamiento llena a rebosar con miles de buenas personas. Personas que nos dejaron testimonios inolvidables, como el de aquellas señorucas mayores que, cuando les entregábamos octavillas de "las 11 M-entiras" nos contestaban una tras otra aquello tan gracioso de "pero si esto ya lo sabemos, nos lo cuenta Federico por las mañanas". Esas respuestas, graciosas a la par que emotivas, simbolizan perfectamente lo que fueron aquellos primeros meses en la calle: nuestro esfuerzo por difundir, por socializar la duda, por mover conciencias, intentando llegar al máximo de gente posible. Lo cual implicaba no entrar en detalles farragosos ni aturdir a la gente con complicados nombres pertenecientes a tramas superpuestas. Otro mes más tarde, ya en agosto, la plataforma se ponía a funcionar de una forma bastante más organizada. Nacía la iniciativa de los 11 de cada mes, propuesta por un Peón de Almería y acogida con entusiasmo por muchos y con recelo por otros tantos. Nadie creía en nosotros. En realidad ni siquiera nosotros creíamos en nuestra capacidad de convocatoria. Ninguno había cogido antes un megáfono. Pocos habían repartido folletos o pegatinas. Nuestro mensaje no era agradable, sino todo lo contrario: el Sistema estaba ocultando lo sucedido en el atentado más sangriento de nuestra historia y los Poderes Públicos hacían todo lo posible por ocultar la Verdad. En aquel extraño mes de agosto, una decena de ciudades pusieron en marcha las concentraciones. Entre ellas, Santander. Posteriormente la cifra de ciudades iría creciendo paulatinamente. Aumentando en una decena cada mes, lo que nos dio una cierta presencia en algunos medios de comunicación. Así llegamos a celebrar 59 concentraciones simultáneas en toda España: algo insólito en un movimiento surgido de la nada y prácticamente sin ayudas de ningún tipo. Aquí, en agosto, la concentración resultó en un puñado de Peones repartiendo folletos en la Plaza del Ayuntamiento. Llegó septiembre y, ante nuestro asombro, 200 personas acudieron a nuestra llamada. Sobrepasados, nos vimos obligados a leer el Manifiesto elaborado por Luis del Pino a viva voz, entre gritos de "no se oye". En octubre ya sabíamos lo que nos esperaba, y comenzamos el formato que continuó los meses siguientes: una mezcla de reivindicación, textos informativos y homenaje a las víctimas. Desde entonces, luchando contra viento, lluvia y frío invernal, compitiendo contra conciertos y partidos de fútbol, hemos estado aquí cada mes. Con todos ustedes. Luchando por LA VERDAD. Luchando por las víctimas y luchando por nosotros, porque todos íbamos en aquellos trenes. Cuando comenzaron los 11 de cada mes todo el mundo creyó que nos disolveríamos como azucarillos. También los Enemigos de la Libertad. Decidieron no hablar de nosotros. El silencio sería la táctica empleada. No darnos publicidad. Pero llegó diciembre y con el frío llegaron sus temores: habíamos aumentando la cifra de asistentes y el número de concentraciones desde agosto, subiendo como una marea negra capaz de abrir los ojos de miles de personas. Tuvieron que cambiar de estrategia y pasaron al insulto gratuito, a la difamación, a las fotografías amañadas y a los más burdos intentos por desacreditarnos. Pero ya era tarde. En enero, tras el atentado etarra y el asesinato de los dos jóvenes ecuatorianos, más de 25.000 personas de toda España salieron a exigir Justicia y Verdad con nosotros. Desde entonces, las cifras fueron estabilizándose, con lo que el miedo de aquéllos se vio aplacado y volvieron retomar la vieja táctica de ignorarnos. Así, uno de los objetivos que nos habíamos propuesto, no fue cumplido: el de lograr mover un número suficiente de conciencias que inundara las calles, para que los jueces y los miembros de las Fueras y Cuerpos de Seguridad del Estado se sintieran realmente respaldados por la sociedad y no tuvieran miedo de hacer lo que debían. El otro objetivo, por el contrario, se ha cumplido con creces. La Socialización de la Duda. Las concentraciones de los 11 de cada mes sirvieron como altavoz, como eco de las revelaciones periodísticas que iban apareciendo. Se sabía y se comentaba que miles de ciudadanos se estaban reuniendo en decenas de ciudades, convocando concentraciones para exigir la Verdad del 11M. Se sabía. Y se comentaba. Nadie podía ignorarlo. Éramos el eco de la verdadera difusión. Éramos una voz que resonaba en la calle y en las emisoras de radio. Y conseguimos complementar en la calle lo que en algunos medios se estaba haciendo de una forma formidable. Esta socialización de la duda, por tanto, no fue llevada a cabo "por los Peones Negros" hacia los asistentes a sus concentraciones. En absoluto: quienes habéis acudido, todos ustedes, son gente suficientemente documentada. En muchos casos gente que no conoce todos los detalles, inasequibles para la mayoría, pero que tiene una noción muy clara de la falsedad de las principales pruebas con las que se construyó el Sumario del 11M. No se trataba de socializar la duda entre ustedes, por tanto, sino de socializarla junto con ustedes. Ustedes, y nosotros, de la mano, hemos alumbrado estos 11 de cada mes que han servido como ese eco resonante e imparable, llegando a millones de personas a través de la radio y el boca a boca. Y por eso tenemos que sentirnos orgullosos. Éxito rotundo, porque su objetivo, el de "ellos", era que se hubiera llegado al juicio, y que este hubiera transcurrido, en una situación de condena social previa. En una situación de indefensión para los acusados. En una situación de seguidismo periodístico frente a una opinión pública adormilada e ignorante. Lo que pretendían quienes montaron el 11M era que, llegado el juicio, nadie supiera quiénes eran los imputados. En todo caso, que hubiera oído hablar sobre alguno de los fieros rasgos terroristas que se encargaron de difundir y que se han demostrado falsos. Querían que la sociedad no distinguiera entre unos y otros y metiera a todos los imputados en un saco de condena previa y evidente. Todo era sencillo de entender: la Guerra de Irak, la foto de las Azores y Al Qaeda. Pero se equivocaron. Porque subestimaron a los españoles: finalizado el juicio, raro es que alguien no sepa que la mochila número 13 no fue vista en los trenes y apareció en una comisaría. Raro es que alguien no sepa quién es Jamal Zougam. Y que El Chino es el señor de dientes separados que se supone que compró Goma-2 ECO a un asturiano llamado Suárez Trashorras. Y cuando los españoles empezaron a querer saber, se les cayó el chiringuito. Porque cada detalle escondía una chapuza. Todo el mundo sabe hoy que hay serias dudas de que las prendas y objetos encontrados en la Kangoo estuvieran en ella antes de pasar por dependencias policiales. Y que el asunto de los explosivos, de tan turbio, provoca hilaridad. Recientemente, en esta nueva etapa que se abre, cumplida la misión de socialización de la duda y fijando la vista en una batería de nuevas iniciativas, en la calle y fuera de ella, un Peón me decía, preocupado: "si dejamos de convocar los 11 de cada mes se perderá la esencia de los Peones Negros". En absoluto. La esencia de los Peones Negros no son las concentraciones de los 11 de cada mes, sino luchar por saber la verdad del 11M. Las concentraciones son un medio, un medio del que todos nosotros hemos participado. Como otros medios son el reparto de folletos, los índices de autos judiciales y del Sumario, las transcripciones del juicio, las presentaciones y vídeos enviadas por correo electrónico, un índice minutado de todas las declaraciones del juicio que vamos a elaborar próximamente, y otras muchas más importantes y más delicadas. Que nadie se equivoque: ni vamos a abandonar la calle ni vamos a estar de brazos cruzados. Seguimos trabajando. Y seguimos en la calle sin duda alguna, convocando concentraciones cuando los hechos lo requieran y apoyando siempre las concentraciones de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, tanto aquí como en Madrid. Y aquí y allí nos veremos con todos ustedes. ¡Gracias y VIVA ESPAÑA! Texto escrito y leído por Trico
2 comentarios:
Ardo en deseos de conocer la sentencia que se hará pública en octubre,y ver cuáles son los "hechos probados" que relatan.
La versión oficial es como el Titanic,y veremos si Bermúdez y los dos colegas,tienen las gónodas de ceñirse a lo visto en la Sala y obran en consecuencia.
Y el Fiscal Zaragoza,se está poniendo la venda antes que brote la herida,y habla de falta de pruebas y solidez de las mismas en algunas acusaciones.
Coda: mi felicitación y reconocimiento a la labor de "Peones negros".
Pues a la vista de como anda el patio (recuerda el caso Bono) supongo que retorcerán el tema de forma que, al final, no se sabrá cual es la sentencia: Que sí, pero no, que tal vez.
De ser como tenía que ser deberían condenar a los acusados de tráfico de estupefacientes, de atropellar a viejecitas o de no ir a misa, pero NO de haber cometido el atentado del 11-M.
Todas las pruebas son falsas o inexistentes ("me lo dijo un amigo del pretendiente de una prima mía").
He colaborado un poquito con los Peones Negros (al menos publicando sus manifiestos, asistiendo a todas las concentraciones [12], y en algunas pequeñas cosillas) y te puedo asegurar que son gente con la que merece tener amistad.
¿Has visto a RuGALcaba hablando de que el etarra detenido en Santander pensaba poner una bomba en un aparcamiento y cerca de algún centro oficial?.
Pues las Concentraciones aquí se hacen muy cerquita del parking de Alfonso XII (justo al otro lado de la calle, actualmente en obras por una explosión anterior el 3 de Diciembre del 2002, que no me "pesco" por 5 minutos), pared con pared de Hacienda y pared con pared con el Gobierno Civil y el Gobierno Militar (ahora se llaman de otra forma, pero aquí todos lo conocemos con esos nombres) ¿Qué te perece?
Si éste era el objetivo imagina si nos consideran importantes.
Aunque solo sea por la cantidad de posibles víctimas :(
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