Pero algunos fundamentalistas islámicos dicen que el asesinato de los inocentes -como sucede con las bombas en automóviles- es perdonado por los versos 190 y 191 del capítulo 2 del Corán (La Vaca): “Y combatid por la causa de Allah a quienes os combatan, pero no seáis agresores; porque ciertamente Allah no ama a los agresores. Y matadles dondequiera que los encontréis, y expulsadles de donde os hubieran expulsado. Y [sabed que] la sedición es más grave que el homicidio…..”
También creen algunos fundamentalistas que Dios puede distinguir entre los malos, a quienes manda al infierno, y los inocentes, a quienes convierte en mártires que inmediatamente manda al paraíso.
Está escrito en el Sahih Bukhari (una colección respetada de sermones y dichos del Profeta Muhammad) que es ilegal matar a los niños, mujeres, viejos, e inválidos. Pero todavía algunos de los islamistas militantes de Al Qaeda basados en el Jordán enseñan que como los niños no pueden pecar hasta llegar a la pubertad van directos al paraíso cuando mueren. Los fundamentalistas también declaran que los niños que mueren como resultado de la yihad inmediatamente tendrán 20 años en el paraíso y conseguirán todos los beneficios de ser mártires, incluyendo las famosas vírgenes.
Siguiendo la ley antigua del Corán, los militares no pueden matar la gente común, aunque durante la guerra de Iraq y otros conflictos ha habido muchas excepciones a esta regla. Hoy día, los civiles de otros países pueden ser asesinados para compensar la muerte de civiles musulmanes. Cualquier persona que no sigue la ley islámica, aunque sea pacífica, puede ser atacada.
Varios terroristas como Atilla Ahmet, un hombre de 42 años que espera ser juzgado en Inglaterra por terrorista, han llevado esta práctica hasta los extremos. Ahmet cree que se puede matar a los banqueros sin recelo porque cobran intereses, algo que está prohibido en los países islámicos.
Aún más extremo es la interpretación de algunos como Kahlid Kelly, quien vive en Inglaterra. Este irlandés convierto a musulmán dice que cualquier persona que vota para un líder, como Tony Blair, que no sigue las leyes musulmanas, se puede calificar como enemigo y puede ser asesinado sin culpa.
Según lideres musulmanes como Omar Bakri, un sheik radical que vive en Líbano, los islamistas militantes tienen un contrato de paz con el país donde viven. Solo los militantes que se van a pelear en Iraq están excusados. Los ataques del 11-S, 11-M y el 7- J… todos cumplieron con esta regla. En los atentados de 11-S y 11-M, los terroristas musulmanes eran extranjeros que no vivían en el país donde mataron. En el ataque en Inglaterra tres de los agresores nacieron en Inglaterra y el otro se había mudado de Jamaica a Inglaterra cuando era un bebé.
El Corán enseña que los musulmanes no pueden mentir acerca de sus creencias. Solo se puede mentir si es necesario. Puedes mentir, por ejemplo, cuando te torturan o cuando sirve para un propósito bueno. Cuando preparan atentados, por miedo a ser observados por agencias de inteligencia (como uno de los secuestradores del 11-S que iba a las discotecas cuando vivía en Beirut), se puede vivir sin seguir las leyes islámicas para evitar sospecha. Esta violación de las leyes parece ser excusada si sirve para la yihad.
Según la manera en que los militantes musulmanes interpretan las enseñazas de Muhammad hay cinco criterios para ser yihadista. Tiene que ser musulmán, tener 15 años, estar sano de mente, no estar endeudado, y tener el permiso de los padres. Si uno está peleando en Iraq no se necesario tener el permiso de los padres.
Como entre ésta gente, que utiliza Internet pero vive en la Edad Media, los Jomeines siempre conseguirán encontrar quien se quiera matar (cosa curiosa: no se matan ellos, ni de coña, para dar ejemplo), habría que empezar, ya, a tomar medidas drásticas antes de que liquiden a todos los maricas y lesbianas del Gobierno.
Por cierto, ¿No tiene zETApé dos hijas de 11 y 13 años*? Pues habría que preguntarle que le parece tener de yerno alguno como éste.
* a las que "retiró" de clase de Religión nada más llegar a Presidente. A cambio las apuntó (con nuestro dinero, como es habitual en él) en todos los Clubs más elitistas de Madrid.
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