viernes, 18 de junio de 2010

Como aquí nada es casual,

mucho me temo que la intención última del cura musulman es echar a las putas y luego montarse una mezquita al aire libre como en algunas calles de Paris.

calle Poisonniers

boulevard Barbès

Y luego hay que hacer una Cruzada para echarlos de allí.

Lo más cojonud* del caso es que a los vecinos católicos de dichas calles (y que yo sepa Francia no es musulmana), que ya están hasta los cojones de tanto moro y quieren hacer un botellón, acompañado por unos pinchos de chorizo y unas lonchas de jamón, se lo prohiben las autoridades municipales por considerarlo..... ¡un acto racista!. Como lo oyes
Claro que en Francia no tienen a una Mari Tere de la Vogue que les obligue a practicar su religión en la intimidad, de modo que eso no pasará aquí.
Y como se la pongan chulos, los manda a todos para casa de una patada en el culo:
En resumidas cuentas, que algo así como lo que hará RuGAlcaba la próxima vez que los hijos de la Gran Bretaña amenacen a la G. Civil.


En aguas de Gibraltar
-que son aguas españolas-,
los marineros ingleses
les tocaron la pirola
a cuatro guardias civiles
que ejercían de serviolas.

Los ingleses empuñaron
metralletas y pistolas
por ver si los españoles
iban sobrados de bolas.

Moratinos sin dudarlo,
-que es ducho en contarnos trolas-,
dice que las metralletas
eran "pa cazar centolas",
que con agua y con laurel
cuecen bien en las perolas.

Rub-al-caba que comparte
la opinión de Moratinos
ha ordenado a los civiles
que no se líen a tiros.

Total, la pérfida Albión,
-que es nuestra fiel aliada-,
encontrará la ocasión
de corregir la cagada
buscando la solución
de una forma sosegada.

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