A Hartos

Mi buen amigo: ¡Me has hecho polvo!

No tenía, ni por asomo, intención de escribir estos días nada sobre titiriteros, cornípedos, o bandarras. Con los del Gobierno creía tener ya suficiente.

Pero tú magnífica carta al titiritero desconocido me ha obligado a ello. Por lo destacable de la carta y por el uso descarado que de ella se ha hecho.

Ya habías escrito otra, también estupenda, a otro del gremio (al que, siguiendo una promesa, tampoco he visto nunca, y del que solo sé que lo único que tiene destacable es su acompañante*). Pero eso ya te lo había dicho.

Ambas cartas las suscribo al 100% y te felicito por ellas. Supongo que los titiriteros también te tendrán presente en sus oraciones

Pero no te apures por ello: Cuentas con mi nominación para Presidente de la Liga Anti-$GA€ y Anti-Academia de Bodrios, que alguna vez habrá que pedir que se disuelvan. Por innecesarias e inútiles.

Salvo que, alguna vez, denuncien el paro o las tácticas nazis del Gobierno.

Mientras tanto no te extrañes que te plagien.

Recibe un saludo y

* Lo digo por el "revolcón", que como actriz tampoco la tengo vista.

~ Cornípedo= palabra que no tiene explicación gramatical pero que se entiende por si sola
~ Bandarra= contracción libre de bandido y macarra

Y siguen zETA que zETA qué es más que el erre que erre que por falta de recetas aún los mantiene en sus trece. Cómo estará la cuestión qué en el reparto de Goyas le robaron la emisión a una tortilla de huevos con pan, perejil y ajo y sin nada de jamón que un cocinero avezado ligaba con gran soltura en nuestra televisión. Espero que por decencia, con o sin explicación, abran paso a la tortilla en una nueva edición, porque sólo con conejo no se engorda al español. ¡Qué buena pinta tenía!, -aunque no probé el sabor-, espero que la repitan en una nueva ocasión porque… sin títeres paso pero… sin tortilla: ¡no! Políticos de charanga, actorcillos de salón, entre tanto monigote si acaso se salva alguno como mucho suman dos, esperemos que ahora en marzo os vayáis a hacer puñetas con el rabo entre las piernas a ejercer de oposición.