No se puede pedir peras al olmo

Después de un par de felices días de retiro, casi monacal, me estoy dando una vueltecilla por éste mundo zapatérico de Dios y veo que la cosa sigue según lo previsto. O sea, mal.

Con la política exterior de este Gobierno la cosa no podía ser de otra manera, pero me consuela cantidad oír a la Trini que se está exigiendo "con contundencia y claridad" respeto a los españoles y nuestras instituciones.

Joer, ¡ya iba siendo hora que se dedicase a algo más que a buscar tíos cachas con los que pasar las noches!.

Así, así. ¡Ya nos hacía falta otra Agustina de Aragón!. Firmeza enmarcada en una política silenciosa y de apaciguamiento.

Y si el Gorila se cabrea y no deja de insultar a todo bicho viviente (incluido a su amigo zETAp), pues nada, que nos seguiremos llevando bien con él y que le "ajuntaremos" a pesar de todo.

Y es que no les entendemos. Algunos llaman a esto política de la avestruz, yo la llamo política de pito flácido, que aunque parece dos cosas diferentes son perfectamente compatibles: Con la política del avestruz te puede pasar cualquier cosa por la retaguardia, y con la política de pito flácido tienes muchos problemas para ser tú el que tome la iniciativa.

Se está poniendo la cosa tan aburrida (siempre son las mismas payasadas) que no se si pedir plaza en propiedad en algún Monasterio.

Otro día ya nos enteraremos lo que dice Botín, el gran amigo de zETAp, sobre lo que pueda ocurrir en Venezuela con las empresas españolas. Va a ser digno el seguir los acontecimientos, ¡Ese es de los que cuando le tocan su Banco es capaz de hacer caer Gobiernos!.

Si el GORILÓN pendenciero sigue soltando exabruptos por su boquita, me temo que por no estar a su altura hará mutis el gobierno por el foro, como siempre, y ZETA ZETA el primero, no vaya a ser que se altere un poco más el pendejo que con aires de primate nos está tomando el pelo. ¡Viva la revolución!, de Ortega el nicaragüense, de Chávez, el mamporrero mayor de Castro el cubano, y del boliviano Evo, los tres juntos, muy juntitos, sino ponemos remedio, mandarán a hacer puñetas a sus respectivos pueblos, hace falta que alguien diga ¡por qué no se callan, memos! España, nunca en su historia aguantó tanto improperio. Malos momentos pasamos, malos momentos son estos, pero por malos que sean no nos amedrentaremos por más que así lo parezca dada la actitud tomada por un gobierno de necios que esconde siempre la cara en vez de enseñar el pecho.