Luego, vas, y lo cuentas

Aquí al lado te dejo a un moro de esos que ponen el grito en el Cielo porque los suizos no quieren minaretes en Suiza

Pues lo dicho: Luego, vas, y lo cuentas si es que no había quedado claro

Viento frío del Norte, renegado, viento ligero y gélido, cautivo, aunque no lo parezca, sin motivo, de un clima abrasador globalizado. Viento rugoso, avieso y entregado al aire más travieso y más festivo de un gobierno vulgar y expeditivo, fruto de lo más rancio y más negado al que un pueblo genial como es el nuestro permitió flirtear con el pasado pasando de lo alegre a lo siniestro. Amo y señor de todo lo terreno, de la mano de Eolo y zAPAtero nos pondrás a los pies del sarraceno.