¡Hipócritas!

Si estos chicos fueran tan buenos como dicen, tan preocupados ellos por los maltratos (que sea la Fiesta Nacional de España no tiene nada que ver), podían empezar por arreglar su propia casa para poder decir que tienen valores que encajan en la sociedad del siglo XXI.

Porque lo primero que deberían suprimir son sus castillos humanos, donde el que corona el castillo (o como se llame) es un niño.

O una niña:

¿No les parece una salvajada y un maltrato infantil, impropio del siglo XXI, exponer a un niño a una caída de varios metros de altura por pura diversión?

Pues eso, a ver si se crea una plataforma para su prohibición o el Defensor del Menor del país de la butifarra toma cartas en el asunto.

¡Ah, que no se me olvide!: Que nos os pase con los toros como con las bandas sudacas (pero a la inversa): Que primero las legalizáis (ver el primer enlace de esta entrada) y ahora resulta que son un problema.

¡Listucos, que sois unos listucos!