La esquela aparecida ayer, en la prensa local, me ha recordado (en alguna ocasión ya he mencionado el tema) que está pendiente una disculpa de los desmemoriados de la Memoria Histórica por la masacre del Alfonso Pérez.
Los historiadores* de ambos bandos reconocen la veracidad de estos hechos (son casi tantos muertos como los del bombardeo de Guernica) solo que en este acontecimiento de represión roja se dan nombres y apellidos. Como aquí nos conocemos todos, y algunos apellidos son de sobra conocidos, supongo que los desmemoriados no tendrían problemas para encontrar a los familiares. Solo deberían empeñarse un poco.
El resumen (I y II)
Y la carta a los reyes Magos
* Cuando digo "historiadores" me refiero a los historiadores, historiadores. No a los que como aquella familiar de Calvo Sotelo que, historiadora rojilla ella, se entero por la prensa (y recientemente) que los asesinos de su familiar eran escoltas de Prieto.
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