Creo que no descubro nada si digo que cuando no están echando la siesta están pensando como joder al prójimo.
La verdad es que a mi ya no me extraña, teniendo en cuenta que al que las nombra le importa un pito todo lo que no sea desarrollar su proyecto masónico de cambiar España.
Resulta que la Prensa (y no me refiero a El País, tan bien informado para algunas "cosas") se entera de que existe un brote de gripe del cerdo (si al Gobierno, a la OMS, y al Lucero del Alba, no les gusta la llame así.... ¡que se jod*n!) en una Academia del Ejército, y "alguien" decreta secreto de sumario.
Como hasta que dicen que hacen algo, ya han pasado por allí varios colegios de visita, se montan una
Comisión de Investigación para averiguar que fue lo que pasó.
Pues lo que pasó es muy sencillo:
Que la Sra. de Barroso estaba ocupada insultando al anterior Ministro de Defensa del Gobierno Aznar y no se enteró de la fiesta.
Que se creyeron que mandando callar a los militares no se iba a enterar nadie, no fuera que les empañase la campaña electoral.
Que se pensaron que si
La Momia* nos contaba eso de la "
rigurosidad", de "que se han cumplido todos los protocolos de la OMS", y que "el Gobierno es muy formalito con estas cosas", la íbamos a creer. ¡Como si no supiésemos que, a escondidas, se estaba evacuando a los militares en coches particulares hasta las ambulancias que les esperaban a un par de kilómetros para conducirlos al Hospital!. Curioso protocolo de la OMS.
- Que son unos mentirosos desde el mismo momento de su concepción como feto no humano.
Y es que los Menestros, y Menestras de Couta, de Rodríguez no son técnicos que se dediquen a sus Ministerios, son vividores políticos que solo piensan hacer la política que les mantenga en el poder.
¡A una independentista catalana que coño se la puede pedir!
Pues que haga lo único que puede hacer sin tener ningún conocimiento previo: ¡Romper aguas!.
* Que en eso de las muletillas es una fiel seguidora de Goobbels: Repite siempre las mismas en todas las ocasiones.
| ¡Atención! ¡Firrrrr…es!
Culpar al cabo furriel ésta vez es obligado porque realizó el relevo sin dar novedad del hecho, -del hecho tan delicado-, de que entró en la enfermería un pelotón de soldados con síntomas de una gripe que más que ser gripe propia es más propia del ganado.
Y allá que va la ministra, cara al frente, pecho hinchado, a cantarle las cuarenta directamente a "mi cabo" porque los mandos que tiene se han negado a amonestarlo.
Ya no hay nada que temer, quédese el cabo arrestado, así es como el (des)gobierno da este caso por zanjado.
Y si alguien les pregunta como es posible tal fallo dirán que es un caso aislado, de no ser así la cosa los titiriteros todos se habrían manifestado. |
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