sábado, 15 de noviembre de 2008

Como se estropean algunos con los años

Leyendo ayer (no recuerdo el periódico, pero seguramente "facha") que los padres del discurso de Zapatero eran Pepiño y Caldera, me he puesto a meditar sobre cuanto ha decaído el P$O€ en eso de las ideas.
Recuerdo que en tiempos de Mister X tenían a Ludolfo Paramio, que era todo cabeza (me refiero a que la tenía bien amueblada, como vulgarmente se dice. El cuerpo ya era otra cosa) y era más malo que la sarna. Y que, pasado ya un tiempo, escribía cosas como:
"Las críticas a este gobierno -identificado en las encuestas como claramente de derecha y ajeno a los intereses sociales- no bastaban para motivar una movilización decidida para desalojarlo"
(No pienses mal, se refería a que el P$O€ tenía que hacer autocrítica, y no al 11-M. Aunque sabiendo que Pablo Iglesias consideraba incluso el atentado personal contra Maura, no dejan de ser palabras premonitorias que "alguien" pudo malinterpretar)
Y que decir de Alfonso Guerra, que se inventó lo de los 100 años de honradez (en un intermedio entre que le montaba un despachito a su hermano y mataba a Montesquieu), o aquello de "El día en que nos vayamos, a España no la va a conocer ni la madre que la parió"
Ahora, n'a: Concetos a los que nadie hace caso como no sea para ver que nuevo palabro se inventan.
(Por cierto: En aquellos años ya Zascandileaba por el Congreso un chiquilicuatre llamado Rodríguez. Pero no lo conocía, como a España, ni la madre que lo parió)
Total, que salvo los artistas del gotelé y los futuros Premios Nobel*, nos hemos quedado huérfanos de celebridades.

Al ínclito zETA zETA
le montaron un discurso
entre Pepiño y Caldera
con vistas a darle curso.

Cómo no tenía tiempo
para aprendérselo todo
lo guardó con disimulo
y… allá que va el buen Bartolo.

Pepiño: dame el legajo.

Caldera: márcame el tono.

Entre los dos se miraron
y… levantando los hombros,
se enteraron de que el jefe
sólo los tuvo de adorno.

Llegó el momento esperado,
zETApete abrió los ojos,
y en diciendo: ¡Compañeros!,
no tuvo reparo alguno
en seguir hablando solo.

Nadie escuchó sus palabras.
Todo fueron oídos sordos.
Se hizo el silencio en la sala
y… con más pena que gloria,
terminó diciendo: "Es todo".

Por educación le dieron
unos aplausos a coro,
aplausos inmerecidos
que recibió, sonriendo,
sin pudor y sin decoro.

Y acá se vuelve zEPEto
convencido, a groso modo,
de que, gracias a su astucia,
consiguió salir del lodo
en que antes se metiera
por andar haciendo el bobo.

* Que será concedido al Gobierno Nazi de Cataluña por sus estudios sobre: "Seguimiento del escarabajo de las palmeras", "Estudio, factores y manejo del cultivo de la chufa", "Diseño de parchís y puzzle de la casita de cartón recortable", y similares.


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