Pelillos a la mar

Los franceses, que son tan tontos o más que nosotros (no lo digo yo, me lo ha dicho un familiar, francés y de "profesión" Agregado Naval en una Embajada), han acordado con los senegaleses que la Armada francesa patrullará la costa senegalesa.

La cosa no es moco de pavo, no, por mucho que lo parezca. Que son tontos, pero no imbéciles.

Lo explico:

A partir de ahora senegalés que aparezca por Francia, expulsión inmediata si no tiene una beca de estudios, va por negocios o es futbolista; se acabaron los festejos del año pasado. Punto primero.

¿Se piensan que los franceses van a impedir la salida de cayucos? Nada de eso. Conociendo sus intereses en África se dedicarán a "lo suyo" (que a saber qué es ahora "lo suyo"). Como mucho avisarán a los ocupantes de los cayucos de que como los vean por Francia ya saben lo que les puede pasar. Punto segundo.

Luego llamarán a los de Sauvetage Maritime Espagnol para que los venga a remolcar y los conduzca a las Canarias sin sobresaltos. Cumplido este simple requisito ya podrán aplicar en su territorio el Punto primero como se les ocurra aparecer por allí.

Dos pájaros de un tiro: Cero senegalés en Francia y ellos seguirán a "lo suyo" en aguas africanas, con las bendiciones de Senegal, y Santas Pascuas.

Y todo eso sin costarles un duro ni tener que regalar, como RuGALcabra, visores nocturnos. Total: Para localizar un cayuco, de noche y llena de negros, no van a tirar el dinero de los contribuyentes.