Me acabo de enterar (como lo desconocía aquí lo dejo por si fuera del interés de alguno en mi misma situación) por qué motivo el rojerio disfruta tanto condenando las "matanzas" de los norteamericanos en Irak y sin embargo nunca han condenado los bombardeos químicos a las aldeas kurdas por parte de Sadám.Verás: La primera vez que se lanzaron bombas químicas (iperita=gas mostaza) sobre población civil desde un avión, fue en la guerra del Rif.¿Saben quién fue el piloto que tuvo este privilegio?
¡Ignacio Hidalgo de Cisneros! (y López de Montenegro)
~Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas Republicanas (1936) y miembro del Comité Central de Partido Comunista de España (1954)~
Condenar los ataques de Sadám sería condenarse a ellos mismos. En 1937 un chalet que poseía en Alcalá de Henares junto con su esposa Constancia de la Mora Maura (también comunista y nieta de Antonio Maura, con la que se casó tras la ley de divorcio) fue empleado para torturar y asesinar a Andrés Nin.
¡Ignacio Hidalgo de Cisneros! (y López de Montenegro)
~Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas Republicanas (1936) y miembro del Comité Central de Partido Comunista de España (1954)~
Condenar los ataques de Sadám sería condenarse a ellos mismos. En 1937 un chalet que poseía en Alcalá de Henares junto con su esposa Constancia de la Mora Maura (también comunista y nieta de Antonio Maura, con la que se casó tras la ley de divorcio) fue empleado para torturar y asesinar a Andrés Nin.
4 comentarios:
¡Aaaaaaaaaaaaaanda, qué cosas!
Algo parecido he dicho yo cuando lo he leído.
No, si todo tiene su explicación.
Un saludo.
Seguramente se acabaría antes la lista de "cosas terribles que los rojos no han hecho" porque en sus distintos sabores --comunista, socialista, borreguista, etc-- y a lo largo del planeta estoy convencido de que han explotado todo el catálogo de terrores, horrores y cabronadas varias.
No te quepa la menor duda.
Y mira, allá ellos. Ya rendirán cuentas en su día (la sorpresa que se van a llevar, ellos que son agnósticos).
Pero ya toca un poco los aparatos amatorios que estén todo el día intentando vender la moto.
Pues se fastidian, ¡las motos no me gustan!
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