Guardia Civil, con ellos
.............
Caminan como emboscados
burlando la madrugada sin luces que los alumbren, -y las caras embozadas-, unos quinquis navajeros destripadores de casas, violadores de vecinas y del lucero del alba, asesinos compulsivos que no se arredran por nada. Frente a ellos hinchan pecho los Beneméritos Guardias que, sin apenas pensarlo, son quienes les plantan cara a pesar de que carecen de la justicia adecuada para, en caso de "accidente", tener la espalda guardada, "pues la justicia española anda muy desprestigiada". ¡Alto a la Guardia Civil!, y una ráfaga asesina deja a unos cuantos agentes sobre el asfalto, sin vida, ¡qué la ordenanza permite cogerla desprevenida! Sin embargo, si abren fuego, -para evitar la embestida-, pueden darse por jodidos: "qué la ley es muy jodida". ¿Seguridad?: no la tienen los guardias ni sus familias ¡qué se llevan los dineros sus jodidas señorías!, para cuidar sus traseros y otras tantas fruslerías con que el pueblo los bendice, -¡mira tú qué tontería!-, porque vivir como ellos: ¿a quién no le molaría? Blindada llevan el alma, el cuerpo ¡no!, no lo blindan, ¡qué sus cuerpos son los mismos que los de la infantería!, y, al igual que los infantes, andan sobrados de hombría para sacar de las calles toda la "quinquillería" que amenaza diariamente con amargarnos la vida. |
Y ante la mínima alarma,
el benemérito agente, -sin perder nunca la calma-, nos muestra su gallardía porque así se lo enseñaron, cuando polilla, en su día. Con la cabeza bien alta y la ordenanza por guía, "¡lo mismo hace de soldado, que ejerce de policía!" Guarden silencio, señores, qué ha caído un terrorista y en su pueblo todos lloran la pérdida del fascista porque los hijos de puta son todos cortos de vista y allí, donde los Civiles suelen perderles la pista, sus paisanos los veneran de forma colectivista. Eso sí, si quien se pierde es un tricornio sudado, al común de los mortales se la trae muy sin cuidado pues no en vano aún hay quien dice: "con el sueldo está pagado". Y el Guardia Civil aguanta, porque, aunque estaba avisado, cumple así con su deber, salga o no salga escaldado. Y el gobierno lo utiliza como escudo necesario, -en su propio beneficio-, para molernos a palos ¡qué así es como se somete a los pueblos soberanos! Y… los guardias… que lo saben, no pueden poner reparos ni siquiera cuando el radar nos multa por despistados. ¡Vaya gobierno tenemos de cucarachas y zánganos!, sin dar golpe tienen todo su futuro bien atado, mientras, los guardias del Duque de Ahumada, necesitados de medios que los protejan andan algo cabreados por culpa de un "desgobierno" al que le traen sin cuidado. |
También lo hemos confeccionado en PowertPoint
No hay comentarios:
Publicar un comentario