Peces: ¡Que te den!
Si te vas discretamente y en silencio, bien. Si te llevas contigo a tú amado Carrillo, te quedo doblemente agradecido y, en prueba de reconocimiento, te regalo a éste para que os acompañe.
"Cuando la izquierda pierde una elección intenta destruir el país. Cuando gana, lo consigue"
Peces: ¡Que te den!
Si te vas discretamente y en silencio, bien. Si te llevas contigo a tú amado Carrillo, te quedo doblemente agradecido y, en prueba de reconocimiento, te regalo a éste para que os acompañe.
Ya puestos ¿Por qué no.............?
LA GUERRA QUE PERDIÓ BAMBI
Arturo Pérez Reverte
En mi familia perdieron la guerra. Mi padre hizo poco para ganarla, pues la pasó en artillería antiaérea, jugando al ajedrez entre bombardeo y bombardeo. Pero mi tío Lorenzo, que se alistó con dieciséis años y volvió de sargento y con agujero de bala a los diecinueve, se comió el Ebro y Belchite.
Quiero decir con eso que, por nacer doce años después de la guerra, tuve información oral fresca: combates, represión, cárceles, paseos a manos de milicianos o falangistas, y cosas así.
Soy de Cartagena, donde la cosa estuvo cruda. Tuve además, como casi todos los españoles, a parientes en ambos bandos; y allí lucharon y también fueron fusilados por unos y otros, en aquella macabra lotería que fue España.
Poseo, por tanto, elementos casi de primera mano sobre esa parte de la memoria que ahora tanto agitan.
Y nunca me tragué lo de buenos y malos: ni cuando niño las hordas rojas, ni de mayor los fascistas de fijador, brillantina y correaje.
Tuvimos de unos y otros, naturalmente. Y a la guerra siguió una dictadura infame, ajena a la piedad. Pero hay un par de puntualizaciones necesarias.
Una es que, españoles todos, llenos de los rencores, las envidias y la mala baba de la estirpe, canallas y asesinos lo fuimos en los dos bandos.
Otra, que casi todos se vieron envueltos en aquello muy a su pesar; y que, entusiastas y héroes aparte -a ambos lados los hubo con igual coraje y motivos-, la mayor parte estuvo en las trincheras de modo aleatorio, según donde tocó.
La prueba es que hubo más deserciones -pasarse, decían- por volver al pueblo con la familia, que por ideología nacional o republicana.
Por eso estoy hasta los cojones de que me vendan burros teñidos de azabache. Si de pequeño no creí lo de la Cruzada y la espada más limpia de Occidente, no pretenderán que me trague ahora lo del pueblo en armas en plan Bambi: aquí la buena gente proletaria, y allí espadones y señoritos.
Mi padre y mi tío, verbigracia, eran chicos de buena familia, pero defendían a la República. Entre otras cosas, porque el pueblo eran muchos pueblos y muchos hijos de vecino, y cada cual, según le iba o donde caía, era de su padre y de aquel grotesco Libertarias que rodó hace años Vicente Aranda, poblado de angelicales milicianos. Por ejemplo.
Así que ya está bien de mezclar churras con merinas. Tengo verdaderas ganasde oír, en boca de estos cantamañanas aficionados no a desenterrar muertos, sino rencores, que el franquismo sometió a España a una represión brutal, cierto; pero que, de haber ganado la República, sus fosas comunes también habrían sido numerosas.
Que ya lo fueron, por cierto, aunque ahora se cargue todo en la ambigua cuenta de los incontrolados. Y no digamos si hubieran vencido los tipos duros del partido comunista, entonces férreamente sujeto al padrecito Stalin; pregúntenselo a don Santiago Carrillo, que de ajustes de cuentas con derechas e izquierdas sabe un rato.
Y en cuanto a los nacionalismos radicales -esos miserables paletos que tanta manteca han sacado de la guerra civil, y la siguen sacado-, sería útil recordarles que al presidente Companys por ejemplo, cualquier gobierno izquierdista fuerte y consecuente lo habría fusilado también, acabada la guerra, por traidor a la República, a la Constitución y al Estatuto.
Y del pueblo vasco que acudió a defender la libertad, curas incluidos, como un solo gudari y como una sola gudara, podemos hablar despacio otro día, porque hoy se me acaba la página.
Incluidos los tercios de requetés donde se alistaron de abuelos a nietos apellidados Iturriaga, Onaindía, Beascoechea, Elejabeitia, Orueta o Zubiría; a quienes ni siquiera Javier Arzalluz -la jubilación más aplaudida de la historia reciente de España- podría llamar españoles maketos de mierda.
Por mucho que, a falta de argumentos actuales, de inteligencia política, de cultura, de ideas claras y de otra cosa que no sea el hoy trinco votos y mañana veremos, ciertos habituales de los telediarios estén empeñados enganar por la cara, setenta años después, las guerras que perdieron sus abuelos, o los mios.
Y no sé hasta qué punto la demagogia y el fraude calarán en jóvenes a quienes eso queda muy lejos; pero ya empiezo a estar harto de tanto bocazasy tanto cuento chino.
Una cosa es que aquellos a cuyos parientes fusilaron por rojos puedan, alfin, hacer lo que hicieron otros en los años cuarenta: honrar los huesos de sus muertos.
Otra, que se falsee la Historia para reventar al adversario político de ahora mismo, suplantando la realidad con camelos.
Con autorización de El Diario Montañes
Asi es como suele "caer"
Todo queda en familia.
ULTIMA HORA: He descubierto que pertenezco al común de los mortales. Uff, menos mal, ¡no soy de los suyos!
No te calientes, Pepiño, con tus juicios: Soy ciudadano y estoy de parte de Israel.
Solucionado el problema del transporte, y una vez desembarcados, Simancas (ya liberado del problema de la consola de su hijo) se encargará de buscarlos alguna cosa de utilidad. De momento ya tiene alguna propuesta muy beneficiosa en este sentido (me estoy refiriendo a los socialistas).
Y colorín, colorado: el P$O€ se asegura un granero de votos, los inmigrantes colaboran en el desarrollo de África y las ONG’s siguen cobrando sus subvenciones.
Por cierto: La Ser se puede ir a tomar por el culete. Lo de Perejil lo comenzaron los moromierdas.
España hizo lo que tenía que hacer: ¡Echarlos!
¿No serán preservativos, verdad?
Allá cada cual, pero yo por mi parte siempre he dicho que "Se podrá dudar de mi moralidad, pero jamás de mi buen gusto"
PS/ Informaciones posteriores dicen que esto no es así, que lo que pasó es que se recogió a unos inmigrantes que no eran de nadie y ahora no se sabe que hacer con ellos. Y que mientras tanto, y hasta que se dilucide su procedencia, se los queda Desatinos. Aunque no hayan avisado por el móvil.