lunes, 10 de julio de 2006

Ansia infinita de Paz (a toda costa)

La verdad es que, en condiciones normales, nunca le di mayor credibilidad a lo que pudiera decir un periódico etarra, ¡que van a decir ellos!.

Pero en este caso, y como las "condiciones no son normales", tengo que prestar cierta credibilidad a lo que dicen.

Al fin y a la postre como nadie les desmiente tajantemente, y ya sabemos que el P$O€ miente hasta con su propio nombre, eso me da pábulo para pensar que, efectivamente, algún mensaje le está lanzando a los gorrinos.

Esperemos que todo esto termine pronto para que ZP, en sus ansias infinitas de Paz, pueda empezar a dialogar con los estafadores, violadores, asesinos, maltratadores, camellos, chulos de barrio y gente del hampa en general (incluidos sindicalistas de UGT y CC.OO).

Si se da un poco de prisa igual puedo llegar a ver erradicada, para siempre y de verdad, la Maldad y me puedo sumerjir, tranquilamente y sin sobresaltos, en las tranquilas aguas de la Alianza de las Civilizaciones. Y podemos vivir como en la Gloria.

Conociendo sus dotes de negociador, y su firmeza en las promesas efectuadas, todo es posible.

Aunque bien pensado prefiero que me abra las puertas de la Gloria San Pedro antes que ZP.
Espero que San Pedro no me ponga pegas por ser socialista.
(cuando barrunte que me llega la hora pienso afiliarme al P$O€. Prefiero que, de tener que morirme, se muera uno de los suyos que no uno de los míos)


2 comentarios:

García dijo...

Este último comentario es propio de
una mente privilegiada, que supongo que es la tuya. De acuerdo totalmente y mi enhorabuena por el blog.
Saludos.

Draco dijo...

Pues desconozco si alguien lo ha dicho antes que yo, pero recuerdo que se me ocurrió, y lo dije -y por eso es una cosa que suelo recordar de tiempo en tiempo-, durante un viaje en avión.

Viajaba con dos compañeros y la fila anterior (de tres asientos) estaba ocupada por Matilde Fernández, Jaime Blanco y Neira (a la sazón Delegado de Educación, no recuerdo su nombre).

Con el susodicho Neira había tenido yo hacia unos días y pequeño rifirrafe donde casi le parto la cara (culpa suya) y no me pude aguantar.

Pero no soy rencoroso, fíjate que hasta he olvidado su nombre.

Si no les gustó, no dijeron nada.

Gracias por tus amables palabras.