miércoles, 5 de julio de 2006

El Triángulo de las Bermudas y La República

Dos motivos me han impulsado a escribir sobre este tema que, Ud. amigo lector, se preguntará "a santo de qué viene". Podía haber citado otro "misterio" cualquiera (hay varios cientos) pero al ser copiado literalmente, y para utilizarlo como ejemplo, he escogido el más corto.
El primero es que pase un rato entretenido y el segundo ya lo habrá adivinado por el título.
COMO SE CUENTA
La Damaha, Agosto de 1935

En 1935, un barco fantasma andaba por el mar cerca de las Bermudas. El La Damaha, con sus mástiles colgando y sus claraboyas, rotas, descansaba sobre las aguas cuando los hombres del Aztec subieron a él para inspeccionarlo. Parecía que no había razón alguna para su abandono ya que había agua y provisiones a bordo y sus botes salvavidas estaban intactos. Una vez recogidos los documentos del capitán, volvieron al Aztec, rumbo a Inglaterra, donde relataron el misterio del buque abandonado. Una vez allí, quedaron sorprendidos al saber que el Rex, un barco italiano, había rescatado a la tripulación de La Damaha algunos días antes de que el Aztec lo avistara y que más tarde, todos a bordo del Rex, habían contemplado cómo La Damaha se hundía en el mar. Lo que el Aztec había encontrado entonces era un barco fantasma que había surgido de una tumba submarina.

DOCUMENTOS

New York Times, 28 de agosto de 1935, pág. 1:

El rescate de los cinco hombres de la goleta auxiliar La Damaha, de Filadelfia, por el buque italiano Rex, fue comunicado ayer por radio por su capitán Alberto Ottino...

Al mediodía de hoy, 37'57 lat. norte y 51'55 long. oeste, encontramos al yate americano La Damaha de Filadelfia, de sesenta toneladas, propiedad de Weich, con cinco hombres a bordo y haciendo señales de peligro. La tripulación fue rescatada. El yate fue abandonado ya que empezaba a hundirse debido a las filtraciones de agua.» (Firmado) «Ottino».

La posición dada es aproximadamente de 1.037 millas al sudeste del buque-faro del Ambrose Channel y en la ruta de los barcos que van de Nueva York al Mediterráneo.

New York Times, 30 de agosto de 1935, pág. 19:

Los cinco hombres que fueron rescatados el pasado martes, debido al hundimiento de su goleta La Damaha, de Filadelfia, fueron desembarcados ayer por el buque italiano Rex, autor del rescate.

Los cinco se hallaban en perfectas condiciones de salud y no fueron afectados por una tempestad de cinco días que de modo gradual hizo pedazos la embarcación, la cual se inundó e impidió que su tripulación durmiera o comiera otra cosa que fruta en conserva o alimentos fríos.

Los hombres eran: Albert R. G. Welsh, deportista y propietario de la embarcación; el capitán Lars M. Larsen, patrón de la goleta y tres marineros...

Cuando el Rex avistó las señales de peligro de la goleta, poco antes del mediodía del martes, el mar estaba en calma y el barco no se encontraba en situación de inmediato peligro, aunque el capitán Larsen manifestara que no hubiera resistido mucho más. Si el Rex no hubiera pasado por allí, la goleta se habría hundido en cuestión de dos días, y sus hombres, exhaustos por el constante trabajo de sacar agua y por una alimentación inadecuada, hubieran tenido que recurrir a un pequeño bote salvavidas.

El 18 de agosto partieron de las Bermudas y tuvieron unos cuantos días de buena navegación. Después se desencadenó una violenta tempestad, procedente del sudoeste, y el viento rasgó las velas. Los dos mástiles fueron arrancados y la embarcación quedó inutilizada, puesto que su motor auxiliar ya se había estropeado. Durante los cuatro días siguientes, el agua estuvo filtrándose con rapidez.

El Rex avistó al La Damaha antes de que su fatigada tripulación supiera que había llegado el rescate... Uno de los hombres de la tripulación se hizo a la mar con una barca a motor y recogió a los navegantes de la goleta, sus efectos personales y todo el material de navegar posible. La operación de rescate duró solo 50 minutos.

London Times, 10 de septiembre de 1935, pág. 9:

RESCATE EN EL ATLÁNTICO
EL MISTERIO DEL YATE ABANDONADO YA ESTA SOLUCIONADO

Cuando el capitán y el primer oficial del Aztec relataban ayer, en Avonmouth, su descubrimiento de un yate abandonado en el Atlántico, se recibió la información, en Londres, de que el propietario y una tripulación de cinco hombres habían sido recogidos por el buque italiano Rex el día 27 de agosto...

El 1 de septiembre, el yate abandonado fue descubierto por el barco británico Aztec, a unas 700 millas al noroeste de las Bermudas. Fue inspeccionado por un grupo de hombres del Aztec y se encontró que los dos mástiles colgaban fuera del barco y que sus claraboyas estaban rotas. Había agua y comida y los botes salvavidas estaban intactos, pero nada indicaba cuándo y cómo la tripulación lo había abandonado. El capitán Carden, del barco británico, tomó el diario de navegación, cuyo último apunte estaba fechado el 23 de agosto y decía: «Viento del sudeste; vamos a toda vela; a las 8 de la mañana nos cruzamos con el buque británico Thailand Castle.» Los apuntes del día anterior señalaban que uno de los trinquetes de las velas se había partido.

CONCLUSION

El Rex descubrió a la goleta a unas 875 millas al noreste de las Bermudas. El Aztec lo encontró a los cinco días, a unas 700 millas al noreste de las Bermudas. Ninguno de tales lugares puede ser considerado como integrante del Triángulo de las Bermudas, ni siquiera próximo a él.

Los pasajeros del Rex no vieron cómo el barco se hundía, sino que lo dejaron «en condiciones de hundirse», en medio de un mar en calma. El capitán dijo que el barco no hubiera flotado más de dos días, pero el agua estaba tan calmada que resistió cinco días, hasta que el Aztec lo descubrió. En consecuencia, no fue un barco resucitado sino simplemente un derrelicto que se hundía.

Lawrence David Kusche
El Misterio del Triángulo de las Bermudas.

Como se puede ver ni Triángulo de las Bermudas, ni misterio, ni nada parecido. Pero algunos siguen empeñados en este tipo de historias y que algunos se creen a base se oírlas repetidas mil veces. Igual que con la República.

O con las buenas intenciones de ZP

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