Perfetamente, la campaña es apocalítica:
Lo que antaño se llamaba un Contubernio Judeo-masónico pagado con el oro de Moscú.
¡Pepiño, Pepino!, ¡Desde que se me fue la Maleni no se que haría yo sin ti!.
Bueno, siempre me quedaría la Bibiana, pero no es lo mismo criticar a un ser vivo, que criticar a un zoquete.
| ¡Ay, Pepiño, Pepiño, Pepiño!,
non me toques o meu piruliño,
vai levar a la pucha marela
a zugar de otros tetos, ¡si cuela!,
que los tetos que tiene el Estado,
de dar tanto de sí, se han secado.
¡Ay, Pepiño, Pepiño, Pepiño!,
non me toques o meu piruliño,
saca a gaita a molla-la palleta
o, mellor chupa una piruleta,
que la burra que quieres vendernos
tiene rabo y también tiene cuernos.
¡Ay, Pepiño, Pepiño, Pepiño!,
non me toques o meu piruliño,
dale al fuelle y afina el punteiro
que lo tuyo es hacer el gaiteiro,
pero deja de hacer el canelo
y no intentes tomarnos el pelo.
¡Ay, Pepiño, Pepiño, Pepiño!,
yo también sufrí mucho de niño. |
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