domingo, 7 de diciembre de 2008

¿Modificar o hacer cumplir?

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Pues ayer todos estaban encantados con el cumpleaños y nadie se plantea hacer ningún "rotoque".
Bueno, pues ya me explicarán si esto no choca un poco con los siguientes artículos de la Constitución:
Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Artículo 2.
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Si no hay que hacer ninguna modificación, y lo anterior sigue vigente, ¿Se puede saber que coño pintan en la vida política estos recogedores de nueces?
No es de recibo que ejerzan poderes del Estado, en representación del pueblo español, para luchar contra el Estado y contra el pueblo español.
¿O será verdad que aquí hay mucho tonto de los cojon*es, tanto a babor como a estribor?

A rumbo de colisión
va la nave del Estado
porque hay tontos de cojones,
y también tontos del nabo,
que se niegan en redondo,
-por razones torticeras-,
a dar al nacionalismo
un poco más de resguardo.

De no poner cuanto antes
la razón nacionalista
en cuestión y a buen recaudo,
en cuanto falle el gobierno
habrá que cambiar el rumbo,
-para evitar el guarrazo-,
agarrando bien la caña
del timón con las dos manos.

Y por supuesto no es cosa,
porque tampoco es el caso,
de que nuestra democracia
acabe siendo un fracaso.
Dejémonos de monsergas
y de tirarnos los trastos
que todos los españoles
vamos en el mismo barco.

Si hay que remozar las leyes
para evitar que los hijos
del mamón-nacionalismo
nos sigan dando el coñazo,
¡se cambian sin eufemismos!,
que cualquier cosa es plausible,
-por razón de conveniencia-,
antes que irnos al carajo.

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