Un artículo precioso de un "gran" periódico y de un "gran" periodista.
Pero todo mentira como reconoció el propio autor.
El Rey llamó a Rajoy antes de la sesión de control para pedir al PP apoyo institucional. El tono y el contenido de la segunda declaración del líder popular fueron más constructivos
Pero todo mentira como reconoció el propio autor.
El Rey llamó a Rajoy antes de la sesión de control para pedir al PP apoyo institucional. El tono y el contenido de la segunda declaración del líder popular fueron más constructivos
Por ERNESTO EKAIZER
El rey Juan Carlos, tras ser informado el miércoles pasado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre el comunicado de la banda terrorista ETA, llamó por teléfono al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. La conversación tuvo lugar después de la primera comparecencia del líder del PP ante los medios de comunicación y antes de la sesión de control en el Congreso de los Diputados, a partir de las cuatro de la tarde.
El Rey recabó del líder del principal partido de la oposición apoyo institucional en una etapa considerada como un asunto de Estado. Fuentes parlamentarias explicaron a este periódico que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero contaba con un protocolo de actuación ante la difusión del comunicado de la banda terrorista. Uno de los puntos de ese protocolo consistía en sugerir al Rey -a quien se ha trasladado información de forma regular sobre la evolución de la banda terrorista hacia el abandono de la violencia- la petición de apoyo al presidente del PP, Mariano Rajoy, en una etapa considerada como un asunto de Estado.
Rodríguez Zapatero informó el miércoles al Rey, por teléfono, sobre el comunicado de ETA. Le dio cuenta, según las fuentes consultadas, de que, acto seguido, se pondría en contacto con Rajoy. Pero antes de colgar, solicitó al Monarca que respaldara la tarea de Gobierno en este asunto de Estado, trasladando al líder del principal partido de la oposición la importancia de la unidad entre los dos grandes partidos. Esa misma tarde tendría lugar la sesión de control semanal en el Congreso de los Diputados y a esas alturas ya era evidente que el hemiciclo sería la caja de resonancia del comunicado de ETA.
Zapatero localizó a Rajoy sólo después de hacer varios intentos fallidos para establecer contacto telefónico. Rajoy ya conocía el comunicado de ETA y tenía una idea de lo que se aprestaba a declarar. Zapatero le explicó que era necesario reunirse para analizar la nueva situación y le invitó a acudir al palacio de la Moncloa a su regreso del Consejo Europeo, la semana próxima.
Sobre las dos de la tarde, Rajoy leyó una declaración sobre el comunicado de ETA. En ella definía lo que, a su juicio, pretendía la banda terrorista.
“Este alto el fuego que ahora se nos anuncia es una pausa, no es una renuncia a la actividad criminal. Supone reafirmar su voluntad de seguir existiendo, no se arrepiente de nada y no pide perdón a las víctimas del terrorismo”, declaró. Y añadió, pese a que ETA no mencionaba en su comunicado el derecho a la autodeterminación, lo siguiente: “De nuevo, nos dicen que el objetivo es iniciar un proceso que conduzca al objetivo de siempre, que es el derecho a la autodeterminación y, de nuevo, nos impone las condiciones de siempre”.
A continuación, Rajoy insistía en que “no se puede pagar ningún precio político”, exhortó a que “el Estado de derecho debe seguir cumpliendo sus obligaciones” y aclaró que el PP está “dispuesto a colaborar con el Gobierno para derrotar al terrorismo en el marco del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo” y “a apoyar al Gobierno para que no pague ningún precio político...”.
Aunque ofrecía “colaboración” y “apoyo” al Gobierno, el rostro, según se ha señalado, el tono y el pasaje negativo, en el que Rajoy cuestionaba el alto el fuego permanente por ser una “pausa” y no una “renuncia a la actividad criminal”, encajaba perfectamente en la despiadada movilización preventiva que el PP había promovido, durante el último año y medio, contra un escenario como el que ahora parecía abrirse con el comunicado de ETA. Fue algo más tarde cuando el líder del PP recibió una llamada del Rey, quien le expresó la necesidad imperiosa de unidad de las dos grandes fuerzas políticas en un asunto de Estado como el planteado. Las mismas fuentes dijeron a este periódico que Rajoy está de acuerdo con que se trata de un asunto de Estado, pero al tiempo sostiene que por serlo tenía la obligación de decir con sinceridad lo que pensaba.
En su intervención en la sesión de control del Congreso, Rajoy adaptó su declaración de la mañana a los dos minutos y medio previstos.
El tono ya no fue el mismo de apenas dos horas y media antes. Y, asimismo, la declaración sufrió una síntesis importante. Arrancó Rajoy con una expresión de deseos. “Esta mañana hemos conocido un comunicado de la organización terrorista ETA, que no es el que más nos hubiera gustado. Nos hubiera gustado más que dijera que se disolvía y que ponía fin a sus actividades criminales...”
Rajoy depuró de su texto el juicio de valor directo de su declaración matutina, a saber, que el alto el fuego declarado “es una pausa”. Al tiempo, desapareció en la nueva versión toda referencia al derecho de autodeterminación, que, por otra parte, tampoco, según se ha señalado, podía ser atribuido al comunicado ya que no venía en él.
Las condiciones puestas, cierto es, eran las mismas que las descritas por la mañana, es decir, el rechazo de un precio político, el funcionamiento del Estado de derecho y la vigencia del Pacto contra el Terrorismo. “En estas condiciones brindo mi apoyo y el de mi grupo al Gobierno para no pagar un precio político...”, concluyó Rajoy.
La actuación de rey Juan Carlos, en las relaciones entre Rodríguez Zapatero y Rajoy, ya había tenido repercusión pública cuando el Monarca, tras recibirles por separado en el palacio de la Zarzuela, el domingo 16 de enero de 2005 se reunió con ambos.
Ese mismo día, ETA difundió un comunicado en el que apoyaba al partido ilegal Batasuna en su plan de “desmilitarizar” el País Vasco.
Mucha agua ha corrido entre ese encuentro de los tres y el cruce telefónico del miércoles pasado entre los mismos protagonistas.
2 comentarios:
Mienten más que hablan, como lo de Rubalcaba y su negación sobre los más de 1200 inmigrantes muertos.
RuGalcabra es el tío más mentiroso, el mayor intrigante, y el más miserable de todos los que han pasado (que ya es decir) por el P$O€.
Si despellejándole nos dijese todo lo que sabe, y no nos cuenta, merecería la pena hacerle un “pequeño tratamiento”.
Nos ibamos a quedar con los pelos como escarpias de lo que nos contase.
Te lo aseguro.
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