El fiscal ve delito en los favores que Blanco hizo a su amigo Orozco
| Al menos a don Pepiño no le salió todo mal, aún recibió algún cariño por prestarse como aval de un empresario "amiguiño" ante la cosa estatal.
¡Fue todo tan natural! ¡Tan oficioso! ¡Tan limpio! ¡Tan de vergüenza torera! que aunque no pasó en la era, -como pasa en el rural-, pasó en la gasolinera.
Y… si en principio la cosa parecía que marchaba, el peligro iba en aumento cada vez que aceleraba, hasta que cuando llegó el momento de apearse el coche se escaralló y el pobriño de Pepiño no tiene a donde agarrarse. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario