martes, 8 de noviembre de 2011

Dos cosas me han quedado claras

del debate de ayer:
Al pan, pan, y al vino, vino, y lo demás es perder el tiempo en disgresiones que no conducen a nada.



Ofuscado estoy Rajoy,
ofuscado y compungido.
Mal día he tenido hoy,
me encuentro muy abatido.

No me ataques Mariano
que yo no soy tu enemigo;
de tu talante cristiano
espero que, lo que digo,

no me lo tengas en cuenta
y me trates como amigo
porque al final y a la postre
reconozco que has vencido.

No me ataques Mariano,
no te cebes más conmigo,
¿no ves que estoy muy cansado?,
¿no ves que estoy muy jodido?,
¿no ves como reconozco
que lo tengo merecido?

No me ataques Mariano,
estoy de acuerdo contigo,
lo que tú das por ganado
yo ya lo doy por perdido.

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