domingo, 2 de octubre de 2011

Nunca debió abandonar las cloacas,

que es lo que dominaba a la perfección. Desde que lo hizo cada día me recuerda más a Pierre No Doy Una (evidentemente no me estoy refiriendo a su físico, claro), el mi pobrín.
Y es que p'a dos cosas que se le ocurren, le tienen que rectificar las dos.
Las otras dos anteriores, el Impuesto de Patrimonio con el que piensa recaudar unos 2.500 millones para crear empleo para los más jóvenes, y el Impuesto sobre el alcohol y tabaco para sacar otros 2.000 millones para financiar la sanidad, son una soberana gilipollez.
Y digo gilipollez porque no se puede repartir así los impuestos, porque entonces habría que crear otro para las pensiones de las viejecitas, otro para subvencionar Dictaduras, otro para las mordidas, otro para los de ETA, otro para .......... (pon en la línea de puntos el que a ti se te ocurra)
Y no te digo los que habría que crear si se le ocurriese (y en campaña electoral hay que temerse siempre lo peor) otro plan E para aceras, piscinas, pistas de padel, carriles bici, etc, teniendo en cuenta que el anterior "salió" por 13.000 millones tirados a la basura.
Que es el triple de lo que piensa recaudar con su geniales ideas. Que más que ideas, son ideotas.


No hay como confundirse con el medio
para salir triunfante del peligro;
si acaso no lo logro, voy y emigro,
que quedarse sentado es mal remedio.

Alguna vez, cuando me ataca el tedio,
me pongo a cavilar mientras transmigro,
me disfrazo de malo, me denigro
y abrazado a Satán, vuelvo a su predio.

No habito las cloacas del Estado
por pura diversión, es mi trabajo
quien exige que viva allí debajo

y, al importarme menos que un carajo
tener al español crucificado
no ha de haber quien me ponga colorado.

No hay comentarios: