¿RuGALcaba sucesor de zETApé?

Pablo Castellano, abogado y político socialista. Sí, porque es el mejor ministro del Interior. Todos señalan a Rubalcaba. Hasta la derecha más conspicua que le califica del mejor ministro, del Interior, y para el interior. Llegó al PSOE de la mano del poderosísimo González, actuando de presentador Javier Solana. Es un veterano de la nueva guardia, y del nuevo socialismo, que más que nacido de Suresnes, comenzó con el triunfo de 1982. Es un hombre de Estado. Es la discreción personificada y sobrevuela sobre su departamento con la habilidad zapateril, que le permite apuntarse todos los éxitos de la Policía francesa y evadirse de las hazañas sectarias de la cúpula de su Policía española. Es, en suma, un hombre de Estado, de los de “el Estado soy yo”, y conoce no sólo al Partido, a los partidarios, barones o siervos de la gleba, y sus glorias y miserias; impone miedo, lo que es más que necesario para llevar a buen puerto la mesnada. Es el modelo de político corcho. Es el modelo de político corcho que flota en toda ocasión y piélago, con mar arbolada o plana, y sobre todo inspira confianza a los antecesores. No es un peligroso revisionista que ponga en apuros a los precedentes. Con Rubalcaba tienen todos asegurada la digestión del banquete que vienen dándose. Y es buen químico*. Y como no es escrupulosamente constitucional ni exquisito en materia de libertades y democracia, es un auténtico hallazgo. Ah, y ya tiene el Gabinete perfilado. Como buen químico sale impoluto del laboratorio en el que ha manipulado las sustancias más destructivas y cuando convenía desactivado, o activado, los explosivos. Sin mancharse.

José Javier Esparza, periodista No, porque Rasputín no puede ser zar. El lugar de Alfredo Pérez Rubalcaba ha estado en la cocina, o en sitios aún más oscuros. Son lugares donde uno, inevitablemente, deja manchas y manchados. Se me hace difícil pensar que no bramarán ahora los cadáveres políticos que, sin duda, ha ido dejando en su camino. Porque es el hombre del 14-M. Puede que al electorado socialista le guste el candidato, pero, para la sociedad española en general, y para los votantes de derecha en particular, Alfredo Pérez Rubalcaba es y será el hombre del 14-M, el tipo que surgió en la pantalla para insinuar que los culpables de un atentado masivo no eran los terroristas, sino el Gobierno. Esas cosas marcan. Por su responsabilidad en la catástrofe de la educación en España. Parece que esto se le ha olvidado a mucha gente, pero Alfredo Pérez Rubalcaba, ex secretario de Estado de Educación (1988) y ex ministro de Educación y Ciencia (1992), es uno de los principales culpables de que la enseñanza y la política de educación en España sea una catástrofe. Fue el hombre de la Logse. No hay que decir más. Por su historial manchado. El posible sucesor de Zapatero, aparte de ministro del Interior es el portavoz del Gobierno que fabricó aquel intento fallido de combatir el terrorismo que fueron los GAL, de la guerra sucia y el ministro de la más actual negociación con ETA. Es verdad que no fue el principal responsable de ninguna de todas estas cosas, pero sí fue el hombre que dio cobertura a estos dos grandes errores de la política antiterrorista de los Gobiernos socialistas.

RuGALcaba no puede ser sucesor de nadie por una razón bien sencilla: Bastante Estado policial tenemos como para que nos lo amplíe más.

* Cosa que no tiene por qué ser algo bueno precisamente.

Copiar y pegar de La Gaceta