Hoy día esta delicia de niña tendría solo unos pocos años más que la Bibiana.
¡Que cruel e ingrata es la vida!
Se va lo mejor y queda la morralla.
Descansa en Paz, preciosa. Siempre estarás en mi corazón.
Cuenta el periodista que la estaba sacando fotos, que le pidió la llevara a la escuela: ¡No quería llegar tarde a clase!
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