Un país que se mantiene en pie gracias a la única actividad que se le conoce, la corrupción, es imposible que salga adelante. Ni en tiempos de crisis que no son crisis, ni en tiempos de bonanza. Y mucho menos con Menestros que ayer nos dicen que no pasada nada, y que hoy nos dicen que va a ser muy difícil que no nos tengamos que dar por jodidos, y cuyas mejores ideas son hacer aflorar el dinero negro. De las inmobiliarias dicen, pero también procedente del tráfico de drogas, de la prostitución, y del crimen organizado en general. De no estar en España, yo sería optimista: Cabría la posibilidad de una alternancia, pero aquí eso es imposible dado el alto grado de capulleZ de la mayoría del personal. Y, de todos modos, una alternancia con gente como Gallardón, que solo es demócrata cuando le interesa, tampoco es como para tirar cohetes. Lo único que me congracia esta mañana con el país, es la noticia de la renuncia de Mamazares (¡ufff, que alivio!) y el gran cariño a la Guardia Civil que ayer se la demostró en mi ciudad.
Lamento mucho estar tan antipatriota hoy, pero es que estoy pensando que hacer con mis dineros. Ganados con el sudor de mi frente, no con la del vecino.
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