Se empieza así y se acaba prohibiendo la profesión de veterinario*:
¡Siempre fomentando el empleo!. Que no será muy bueno, pero para algunos es el único medio de ganarse la vida sin tener la necesidad de dedicarse a vender droga.
* Que tampoco es una profesión que sea una bicoca precisamente.
| Hubo un tiempo en que fijar los anuncios en paredes estaba penalizado porque no se permitía que hicieses lo que tú quieres;
sin embargo los anuncios que movían su palmito, campaban por sus respetos sin más flautas ni más pitos;
pero ahora que nos viene lo moderno a dar la nota lo antiguo se queda en casa si a Gallardón se le antoja.
¡Qué vuelvan los barquilleros y el organillo a las plazas, hay que darle una lección a este tipo de bocazas!
Si se pierden, por idiotas, los avales de la historia, perderemos, sin dudarlo, lo mejor de la memoria.
En vez de desenterrar viejos temas ya cerrados más nos valdría cuidar los que están medio olvidados, que en tiempos de recesión, aunque usted no se lo crea, es bueno recuperar las costumbres de la aldea. |
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