domingo, 29 de abril de 2012

No es que dude que podamos salir de la crisis,

pero se me hace muy cuesta arriba confiar que vaya a ser pronto a la vista de como funciona la cosa en este país.

Verás por que lo digo:

Tenemos en España 3 millones de funcionarios (aproximadamente, que tampoco es cosa de alarmar al personal) repartidos entre el Estado, los reinos de Taifas, las Diputaciones, y los Ayuntamientos, y resulta que nos enteramos de los siguientes casos de reagrupamientos familiares:
  • el de una madre que habría dado a luz a cinco hijos en 1989, y a otros cuatro en 1990, todos de diferentes partos.
  • el de otra mujer que consiguió reagrupar a sus 21 supuestos hijos nacidos todos en el plazo de cinco años.
  • el de ciudadano nacido en Guinea ecuatorial y nacionalizado español, que sin haber abandonado España desde hace 30 años presentó diferentes partidas de nacimiento de supuestos descendientes nacidos entre 1990 y 1991 en su país de origen.
Bueno, son algunos ejemplos (supongo que habrá muchos más) que dan idea del riguroso control que se ejerce por parte de los gestores del aparato estatal sobre las falsificaciones de los permisos de residencia.
Pues si todo funciona con el mismo rigor (no se lo que pensarás tu, yo te confieso que soy de los que cree que si, que funciona con el mismo rigor), apañaos vanos.

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