Pues nada, que resulta que a los de Greenpeace ahora no les gusta donde está mi ciudad -que no se ha movido de sitio desde hace la torta de siglos- y vamos a tener que moverla tierra adentro (con lo que pesa la condenada) para que se queden contentos.
¿Se puede saber que coño les gusta? ¿Se conformarían si volviésemos a la Edad del Bronce?¿No será que han tenido una infancia desgraciada y solo están dando salida a sus frustraciones para que les hagamos caso?Y en cuanto a los campos de golf yo no me preocuparía mucho: Son un negocio como otro cualquiera que da mucho dinero. Como el ecologismo o las clínicas abortivas, y de eso no dicen nada.No me extraña que los franceses, hartos de tanto tocapelotas, les hundiesen un barco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario