miércoles, 14 de julio de 2010

Lo tuyo, mío; lo mío, mío

No te puedes hacer ni idea de lo bien que me caen a mi estos comunistas a los que se les concede suelo público para que se hagan sus piscinitas.
Y que cuando se ponen en plan solidario para ayudar a los negritos, se olvidan de su propio bienestar y no cobran nada por sus actuaciones.
Lo único que me molesta es que se olviden del Gulag (que les produce auténticos orgasmos democráticos cada vez que se les nombra), y de su pasado como lameculos:
Leído y oído lo anterior, ¿Me puedes decir, Víctor Manuel, quién es un hijoputa en esta historia?

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