miércoles, 22 de julio de 2009

¡Que vergüenza de Traidores!

Es la primera vez que, en 300 años y dejando de lado la dignidad del país, un Menestro español visita a los piratas de Gibraltar, y resulta que a los españoles nos representa "esto":
No haré comentarios
Tampoco haré comentarios
Joer, ¡Si hubiera sido para traerse en unas alfojas el Peñón, piedra a piedra, aún tendría una justificación!
Pero no, ha ido a rendir España ante una pandilla de mangantes. Claro que, visto "lo" que hay en este país, la cosa no es de extrañar.
He leído algunos comentarios de lectores de prensa que dan idea del ganao que se estila por aquí:

  • Uno: "Ya que están, que se regularice la ocupación y olvidemos el asunto".

  • Otro: "Es el mismo caso que Ceuta y Melilla, que deberíamos entregar a los moros".
Al primero le deseo fervientemente que se le metan en casa una pandilla de okupas y no se quisieran marchar.
Al segundo me gustaría verlo regalando su piso a los supradichos, que no habían nacido cuando él lo compró, cuando se les antoje reclamarlo.
Así estaba, a las 19,10 horas, una encuesta que realizaba El Mundo:
¿Tú te crees que al indigente mental de zETApé le importa algo lo que sientan los españoles?
¡España y los españoles, le importan un carajo! Solo le importa su abuelo y su ideología trasnochada que, por otra parte, nunca asimiló del todo.
Ya no saben a quién rendirse: Como no lo pudieron hacer antes con ETA, lo hacen ahora con los monos de Gibraltar.


A Gibraltaña llegó
el ministro Moratinos
y... ni vergüenza le dio
dejarse los cataplinos
porque los monos que vio
entre rocas y caminos,
igual que a quien lo envió,
le parecieron divinos.

A cobrar dietas se fue
este prenda al extranjero,
que aquí, por lo que se ve,
lo que prima es el dinero,
y si hacienda no le admite
tamaña reclamación
al fin sabrá España entera
que el peñón es español.

Que nos digan por lo tanto
en qué quedó la mordida,
si le dan dietas de España
no está la cosa perdida
mas si le pagan las dietas
como si hubiese ido fuera
habrá que salir corriendo
y que se salve quien pueda.
Todas las poesías, actualizadas y ordenadas por antigüedad, con enlaces a las entradas originales para situar en su contexto correspondiente.

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