- "El objetivo del pacto es que las administraciones públicas no gasten lo que no tienen".
- "Queremos lograr que todos los responsables públicos estén sujetos a la austeridad; que no se traslade a las generaciones futuras los excesos y la mala gestión de las cuentas publicas; ahora la austeridad y la responsabilidad se convierten en una obligación".
- "El pacto establece unos límites razonables de deuda, unas finanzas estables, y una deuda pagable".
- "La Constitución recogerá el principio de estabilidad presupuestaria a largo plazo para que España no incurra en un endeudamiento que acabe hipotecando gravemente nuestro futuro; esta ley va a garantizar, en todo caso, la cohesión social y la sostenibilidad de los servicios públicos".
Eso está bien. Si tal y como se pone en la Constitución cual será el tope del gasto, se pusiese algún tipo de límite en los realitys a los polvos que cuentan han echado las famosillas, sabríamos a ciencia cierta si estamos viendo a una famosilla dando sus primeros pasos, o si por el contrario estamos viendo a una puta redomada.
Igual para los famosillos: No es lo mismo ser una guaperas con suerte que un chulo putas.
Dicho lo cual pido perdón por la disgresión que he hecho con una malísima doble intención: Ciscarme en los políticos y en la fauna televisiva.
Diálogo "fiticio" (esta vez no voy a poner: "como diría Pepiño", porque ya se sabe) entre el espíritu socialista, hoy arraigado profundamente en el corazón de los sindicalistas más progres, y sus adoradores más conspicuos:
Coge y gasta amigo mío que el erario no es de nadie, |
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