domingo, 14 de noviembre de 2010

Es la lectura de hoy Domingo

Cada cierto tiempo aparece algún majadero (que en este caso es día si, día no, ya que majaderos hay hasta el hartazgo) que sale con eso de que la Iglesia se ha quedado anclada en el pasado y que no se renueva.

Pues bien, a pesar de lo que escribe San Pablo a los tesalonicenses, y teniendo en cuenta que hay situaciones excepcionales, la Iglesia es la única que, sin subvenciones de ninguna clase, da de comer a los que no trabajan.
¿Hacen lo mismo los partidos, los sindicatos y los titiriteros? No que yo sepa ¿Será que no se han renovado?.

Al Gobierno no le pedimos cuentas, al fin y al cabo es quien los crea y no se puede esperar nada más de él.
Así que mis queridos majaderos, y hasta que no os renovéis, recibid un saludo de mis partes:
Hermanos:
Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar.
Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Segunda carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses (3, 7-12)
¿Como se os ha quedado el cuerpo, eh?

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