miércoles, 4 de agosto de 2010

Como zETAPé, pero en medusa

Una de las primeras carabelas fue detectada, y retirada, cinco días antes de comenzar el dispositivo de recogida por el que suscribe en una concurrida playa de la ciudad.
Cosa que no digo para darme importancia ya que no soy Consejero, si no por lo siguiente:
Me costó un güevo alertar a los bañistas más próximos para que no se aproximasen (mientras permanecía en el agua), y el otro güevo para que no la tocasen (cuando ya la tenía fuera del agua). Demostración más que fehaciente de que la gente no tiene ni put* idea de qué va la cosa.
Vamos, que les pasa como con z
ETApé, que como tiene colorines piensan que no tiene ningún peligro. Y como así no se puede andar por la vida, aquí les dejo algo sobre tan simpático bicho (sobre zETApé lo hago todos los días).
Luego pasa lo que pasa, pero yo ya he avisado.

Los contactos con los tentáculos puede tener consecuencias muy graves para los nadadores. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del íntimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.


Mucho dispositivo de recogida, mucha alerta de varios colores, mucha Protección Civil, y n'a de n'a.

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