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Impresionante, ¿eh?
Pues no digo más, a buen entendedor pocas palabras le bastan.
SÚPLICA DEL PEREGRINO DOLIENTE
| Para que el odio y la espada encuentren su sitio en el infierno, en ese infierno del que no debieron salir nunca. Si te golpean en una mejilla, pon la otra. (Sala alahu aleihi ota salama: Que Dios le sea propicio y lo conserve) Dejad que las Mezquitas crezcan y los Ulemas medren mientras nuestras Iglesias vacías envejecen. Dejad que la llamada del Almuédano trascienda la oración del Minarete. Dejad vuestros brazos desnudos a merced del alfanje sonriente. Dejad que vuestra piedad os lleve al vértice. Pues habéis de saber que: El Dios de Ismael es el Dios de Abraham y el Dios de Abraham es el Dios de Israel. Quien teme a Yahvé teme a Alá porque Alá y Yahvé son el que son y no otro. Amad pues a Yahvé y estaréis amando a Alá. El templo de Salomón fue destruido pero el templo de Dios se levantó en tres días. Dejad que el Imán, el Rabino y el Cura sirvan a Dios y no permitáis que la Sinagoga, la Mezquita y la Iglesia permanezcan cerradas para el hombre, pues es Dios quien las Habita, el Dios Padre que derrama su amor sobre vosotros y ocupa el corazón de todos los creyentes -y aún de los no creyentes- más allá de la cruenta cimitarra. Despreciad a sus crueles portadores porque la gehena es su morada y en ella encontrarán su pérfido descanso pues tal es su destino. Porque Medina y La Meca están bajo el mismo cielo que Compostela y Jerusalén y duermen bajo la misma Luna y las mismas estrellas del Camino iluminan su sueño. |
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