sábado, 26 de marzo de 2011

No descubro nada

si digo que en España ya no cabe un rojitranco hijoputa* más.
  • Unos dedicados a crear parados (5 millones a día de la fecha),
  • otros dedicados a asaltar capillas**.
La diferencia entre unos y otros está en que los últimos no tienen reparos en salir por piernas si se encuentran en inferioridad númerica, al contrario que los primeros, a los que habrá que fusilar para que se larguen de una puñetera vez.

*
Que conste que ya se puede decir (aplicado al Rey, por ejemplo, se considera "libertad de expresión") y no es ni motivo de despido tan siquiera si se lo llamas al jefe (cosa que no te aconsejo que hagas si es que quieres evitar líos el día de mañana).

** No olvido, que conste, a los que su fanatismo (para que luego digan de los talibanes) les lleva a desprestigiar una profesión que siempre ha sido una de las más nobles.

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