La etarra Aranalde siguió el ejemplo de su padre, que también huyó en 2002
¿Y que esperaban? ¡Pues que siguiese el ejemplo familiar!
¿Y que esperaban? ¡Pues que siguiese el ejemplo familiar!
Porque es sabido que los etarras son producto de varias generaciones educadas en el odio en la propia familia, y/o en las ikastolas, y que llevan la barbarie incrustada en su cerebro ya desde niños (y que de mayores cubren con una boina para que no se les escape).
Fíjate lo orgulloso que se le ve al puto terrorista de su papá. ¿Es normal sentirse orgulloso de tener un padre asesino? Yo no podría.
Para los que no supiesen esto que digo, les doy algunos otros ejemplos para que se documenten (que no son todos, solo algunos que he recopilado a vuela pluma):
- Olaritz Aracama, hija del histórico miembro del comando Madrid Ignacio Aracama Mendía, "Makario".
- Egoitz Urrutikoetxea, hijo de "Josu Ternera", el histórico dirigente de la banda terrorista. Fue detenido en Francia acusado de numerosos sabotajes cometidos a finales de los 90 y de la agresión a un gendarme en 2000.
- Jon Joseba Troitiño es hijo y sobrino de miembros de la organización asesina. Su padre, Domingo, fue uno de los etarras más sanguinarios y entre sus atentados figura el de Hipercor, en Barcelona, que causó 21 muertos. Joseba fue detenido en Francia en 2005 y, además de numerosas acciones de kale borroka, se le acusó de colocar varias bombas contra objetivos turísticos en Levante que causaron heridas a 10 personas. Era el lugarteniente del entonces jefe militar de la banda, Txeroki.
- Izaskun Urionabarrenetxea tenía nueve años cuando su padre, Manu, fue abatido por la Guardia Civil cuando intentaba huir a Francia. Izaskun fue detenida como integrante del comando Katu, acusado entre otras acciones de asesinar al ertzaina Txema Agirre a las puertas del museo Guggenheim.
- Arkaitz Sáez y Aratz Gómez, ambos hijos de etarras, el último de Korta, asesinado por el Batallón Vasco Español. El primero es hijo de un militante de la ETA de los 70, Tito.
- Iraun Zabaleta, hijo del histórico etarra Javier Zabaleta Elosegi, "Baldo".
- Argi Perurena. Fue detenida en 1999 en Francia acusada del robo de explosivos en una mina de Bretaña. Su padre había sido asesinado unos años antes por los GAL.
- Laurence y Patxi Guimon son hijos de Xabier, condenado por alojar y encubrir al dirigente Santi Potros. La primera fue detenida por alquilar diversas viviendas que sirvieron para fabricar explosivos y almacenar más de dos toneladas de esas sustancias. Su hermano fue condenado por pertenecer al comando Andalucía.
- Imanol Miner fue miembro de los comandos Gaua y Madrid y ha sido condenado por cuatro asesinatos y múltiples atentados con explosivos. Su padre Kepa fue miembro del comando Donosti.
- Oscar Zelarain fue detenido en Francia en 2002 y sobre él pesan las acusaciones de al menos tres asesinatos en Navarra y la costa levantina. Es hijo de Pedro María, que en los años 80 fue miembro del comando Gohierri Kosta.
- Pablo Elkoro era miembro del comando Araba y participó, entre otros, en el atentado contra el cuartel de Araca, en Vitoria. Fue detenido en Nuremberg en 2003. Es hijo de José Luis Elkoro, dirigente de Batasuna procesado por su vinculación con ETA. Otra hija suya, Idoia, fue detenida en una operación contra el comando Eibar, pero quedó en libertad a las pocas horas.
- Asier Arronategui, del comando Araba, hijo de Mikel Josu Arronategi, de 71 años, detenido em 2003 y acusado de colaboración con ETA.
- Irantzu Gallastegui, asesina de M.A. Blanco y de Caso, pareja de Francisco Javier García Gaztelu, hija y nieta de gurús de la religión de Sabino Arana. Su abuelo, Elías Gallastegui fue uno de los más radicales dirigentes de las juventudes del PNV, entonces denominado Comunión Tradicionalista Vasca y uno de los principales ideólogos del incipiente credo racista y xenófobo antiespañol. Su padre, Lander Gallastegui Miñaur, arquitecto y su tío Iker, entrenaron etarras en Francia en los años sesenta. Sus hermanas y su prima Usune han pasado a empuñar las pistolas en defensa del nacionalismo totalitario.
Así que, a mi, no me extraña.
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