viernes, 14 de enero de 2011

A ti puede que no te preocupe,

pero al propietario, sí


Verás, te cuento:

En un comentario de la entrada anterior pedía un prorroga para contestar a los comentarios que se pudiesen dejar (me gusta contestarlos lo antes posible) porque me iba a comer fuera de casa (cosa que hago una o dos veces por semana, y cuando a mi señora no la apetece cocinar, ni a mi fregar).
Hoy en el restaurante, donde siempre suele haber 50 o 60 personas comiendo, solo tres señoras mayores celebrando algo, un viajante, y nosotros dos. Nos atiende el propietario, que lo suele hacer como deferencia con los habituales. Esta vez por obligación, ya que ha despedido a dos camareras.

Y como no va agobiado de trabajo, y tiene ganas de largar, hablamos de como está la cosa en la profesión.
¿Que me cuenta? Pues que vea yo mismo el panorama; que el sigue pagando los mismos impuestos pero que las tres chicas de una tienda próxima que todos los días venían a tomar el café, el croissant, y el cigarrito, ya no vienen (solo ellas, unos 150€ al mes perdidos); que los no fumadores -que ya podrían ir con sus niños-, no aparecen.
Que el próximo mes tendrá que hablar con los empleados para que acepten, por el mismo precio, abrir el día de descanso semanal que tenían ahora, mantenerlo pero con un sustancial merma del salario, o que alguno a la calle.

Desolador. Así que sigo la costumbre habitual y me voy a tomar el café (lo hago siempre por diversificar un poco mi despilfarro culinario) a una cafetería próxina de unos conocidos y..........¡Nadie!

Habitualmente siempre hay alguno tomando un café, o un pincho ya que hay una Clínica cercana y los acompañantes aprovechan para picar algo (sobre todo si se han desplazado desde pueblos de la provincia y han salido sin comer). Pues, nadie: El propietario, dos camareros, y la señora de la cocina.

Yo ni quito, ni pongo, cuento lo que he visto y lo que me han dicho. Y aunque me dejan que diga los nombres de sus establecimientos si quiero, no lo hago porque a nadie le interesa donde como o dejo de comer. Pero aseguro que son muy conocidos.

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