Bien es verdad que la cosa no estaba como está hoy
pero ya enseñaban la pata por debajo de la puerta y nadie quiso hacer caso (o lo que es peor: Con tal de machacar al contrario, se negó la mayor) ¿Verdad, simpáticos?
Ahora vosotros ya no estáis en la política, pero las consecuencias de vuestras trapacerías las sufrimos todos, todos los días.
Pues que no se olvide.
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