después de haber visto un vídeo donde un niño mata de un tiro a un prisionero (que no voy a colgar, pero que puedes ver aquí) me ha parecido que era obligado hacer un copiar y pegar de un articulo relacionado con el tema.
Aquí te lo dejo:
Tú, que eres un tonto útil del islam (o que aspiras a serlo) debes leer estos sabios consejos que te harán alcanzar un grado de excelencia y perfección envidiables entre los de tu ralea:
1- Repite incansablemente que el islam es una religión de paz y amor.
Argumento clave: El islam es víctima (no se sabe exactamente por qué, pero es igual) de una campaña de envilecimiento destinada a ensuciar su reputación (la cual, sin esa campaña, sería inmaculada, claro está). Cada vez más personas sienten un miedo irracional frente a esta religión. Es un miedo irracional, ya que esta religión predica el amor, la paz y la fraternidad, como es bien sabido. Ese miedo se llama islamofobia (como aracnofobia, hidrofobia, etc…). Es una tara, propia de gente enferma. Éste es un punto muy importante en el que debes insistir.
2- Toma en toda ocasión y circunstancia la defensa del islam.
Cuando alguien diga que los actos de terrorismo son cometidos principalmente por musulmanes, tú, tonto útil del islam, que aspiras a alcanzar la excelencia en esa disciplina, debes responde que esos musulmanes son en realidad falsos musulmanes, o malos musulmanes, que no practican el verdadero islam, que el auténtico islam no tiene nada que ver con todo eso ya que se opone a toda violencia. Para apoyar esos argumentos, puedes citar trozos de versículos pacíficos como: “Ninguna coacción en la religión” (sura 2, versículo 256). Obviamente te abstendrás de leer este tipo de versículos en su integralidad, o peor aún los versículos precedentes o siguientes.
3- Nunca leas el Corán.
Debes resistir la tentación de verificar por tí mismo si el islam es una religión de paz, amor, concordia y fraternidad. Debes comprender que siendo tú mismo un no musulmán eres naturalmente incapaz de entender el Corán. Tu mente ensuciada por tus referencias morales y culturales occidentales (equivocadas por definición) te impiden tener el menor atisbo de objetividad ¡y podrías estar tentado de emitir un juicio erróneo sobre el santo libro! De todas maneras, no entiendes el árabe, menos aun el árabe coránico, y como sin duda no ignoras, las traducciones del Corán disponibles en Occidente no son buenas.
Si quieres saber lo que debes pensar acerca del Corán, pídele a un musulmán que te lo lea. A cualquiera de ellos, ya que son todos grandes especialistas del Corán desde su nacimiento, ¡y tienen además la suerte de conocer todos el árabe coránico a la perfección! Te confirmarán por supuesto que el islam es realmente una religión de paz y de amor. Si algún falso musulmán (ver punto 2) te diga lo contrario, no lo escuches, tápate los oídos y aléjate de él. No vaya a ser que logre convencerte.
4- Toma siempre la defensa del Corán.
Cuando alguien te diga que el Corán es un libro violento, pregúntale si lo ha leído (no le digas que tú no lo has leído, ya que su mala fe le llevaría a dudar de tu credibilidad en la materia). No te preocupes si él lo ha leído de cabo a rabo y te cita los versículos violentos: sólo tienes que responderle que los está citando fuera de contexto, que los interpreta mal o bien que ha leído una mala traducción (naturalmente, ya que todas son malas traducciones).
Si te dice que ha verificado el contexto en los hádices, díle que la mayoría de los hádices (ya sé que no tienes idea de lo que es un hadiz, pero eso no tiene la menor importancia, así que olvídalo). También le puedes decir que no se puede entender todo el significado de los versículos del Corán a menos que se sepa árabe a la perfección (punto 3).
Pero si sabe árabe, ¡la cosa no está perdida! Infórmate acerca de su religión. Si es cristiano, recuérdale las Cruzadas, y si es un apóstata del islam, acúsalo de estar vengándose de su antigua religión difamándola para justificar que es un renegado. Es importante dejar claro que no es objetivo (ya que sólo los musulmanes tienen una visión objetiva del Corán).
5- Ataca la reputación de los recalcitrantes.
Cuando fracases en el intento de convencer a tu interlocutor de que el islam es una religión de paz y de amor, ¡trátalo de islamófobo, de ignorante, de racista, de xenófobo, de fascista y finalmente de nazi! Lo que importa es lanzar acusaciones lo más descalificadoras posibles. También puedes deformar sus palabras, incluso atribuirle palabras que nunca ha pronunciado (pero que seguramente tiene en su mente).
Posiblemente eso no lo convenza de su error pero eso evitará que aquellos que asistan a la conversación se sientan tentados de hacer como él. ¿Quién quiere ser asociado a un intolerante o a un nazi? ¡Te sorprenderá ver como este procedimiento hace maravillas para convencer a cuanto “progresista de espíritu libre” hay a tu alrededor de autocensurarse! No se puede permitir todo en nombre de la libertad de expresión, ¿verdad?
6- Pide perdón por las culpas de tus antepasados.
Concretamente, pide perdón por las culpas de cualquier hombre blanco y cristiano involucrado de cerca o de lejos en las Cruzadas, la esclavitud, la colonización, etc… Aunque solo compartas con él la nacionalidad, el origen étnico o la religión, poco importa, eres culpable por asociasión. Ese pecado original lo heredamos todos al nacer, y no puede ser lavado más que mediante un arrepentimieto total y eterno. Debes transmitir a tus hijos esa culpabilidad y ese arrepentimiento la más pronto posible para que no crezcan en la indignidad y la vergüenza (y que alguna vez puedan votar a Podemos, a IU o al PSOE para borrar tantos siglos de culpa e indignidad).
7- Habla lo peor posible de Occidente.
Habla de Occidente como si se tratara de un único país y redúcelo a los problemas sociales, de los cuales, como es bien sabido, tiene la exclusividad: desigualdades sociales, alcoholismo, delincuenccia, drogadicción, juego compulsivo, prostitución, destrucción de la familia, deserción escolar, abandono de los mayores, suicidio, etc… Debes igualmente hablar lo peor posible de sus habitantes autóctonos y describirlos como seres vacíos espiritualmente, materialistas, explotadores, egocéntricos y depravados. Es decir, todo lo contrario que los musulmanes, seres espirituales donde los haya. Es importante dejar claro que el aporte occidental en el terreno de las ciencias, la literatura y la cultura en general no sucitan en tí el menor orgullo, como tampoco los inventos y las inovaciones tecnológicas que, por supuesto, tienen su origen, no en la inteligencia de los occidentales ¡sino en la explotación del petróleo árabe (y tangencialmente en el saqueo del Tercer Mundo)! Debes atribuir a Oriente todo el mérito del desarrollo (y de paso la prosperidad) de Occidente.
8- Habla lo peor posible de las mujeres no musulmanas.
Debes describirlas como esclavas de la moda obsesionadas por su apariencia. Habla de la faldas cortas y de los zapatos con tacón como si se tratara de instrumentos de tortura que las mujeres están obligadas a llevar bajo pena de muerte. Debes añadir que las mujeres occidentales se acuestan con todos los hombres que se le ponen por delante (o por detrás), que se divorcian por cualquier capricho y que abortan de manera regular. Si algunas mujeres protestan, utiliza un tono condescendiente para explicarles que no las juzgas y que sólo quieres ayudarlas a que tomen conciencia de que están alienadas. Por supuesto, debes poner a las mujeres musulmanas veladas como ejemplo y modelo de lo que deberían ser: unos dechados de virtudes, mujeres libres y realizadas que se han liberado de la tiranía de las apariencias y que celebran el respeto de su cuerpo eligiendo libremente llevar una prenda de una gran riqueza cultural y sin ninguna connotación ideológica. Estas mujeres (y todas las mujeres a favor del velo) son las únicas que debes reconocer como auténticamente feministas.
9- Habla pestes del cristianismo.
Debes criticar el cristianismo en todo momento y ocasión, amparándote obviamente en la libertad de expresión, derecho por el cual tanto se ha luchado en Occidente. Si alguien trata de hacer otro tanto del islam remítete a lo dicho en los puntos 1 y 2. Debes justificar la falta de libertad de opinión y de expresión en el islam con el argumento infalible de que los occidentales estamos demasiado ensoberbecidos con los supuestos adelantos de un progreso puramente material que nos hacen despreciar las alturas morales y culturales de una civilización a la cual debemos en realidad casi todo.
Si alguien pretendiera contradecirte poniendo el ejemplo del atraso del cualquier sociedad musulmana, debes responder que ese estado de aparente subdesarrollo y estancamiento se debe al colonialismo, a la explotación, dominio y opresión occidentales sobre el mundo islámico, situación que dura hasta el día de hoy con el saqueo de sus riquezas (petróleo, gas).
Al esplendor islámico le debemos las matemáticas, la astronomía, la medicina, la arquitectura, la poesía, la filosofía y todo cuanto significa cultura y progreso científico. Todas cosas ellas que siempre fueron perseguidas por el el cristianismo oscurantista. Recordar siempre el caso de Galileo, y nunca mencionar que esto pertenece al pasado y no representa de ninguna manera el cristianismo en su totalidad.
Siempre relacionar el cristianismo con cualquier crimen cometido en su nombre contra los musulmanes (todo oposición a los árabes y los musulmanes es un crimen, ayer, hoy y mañana): aquí tienes un filón inagotable con las Cruzadas y la Inquisición, y particularmente con la Reconquista y la expulsión de los moriscos, manchas indelebles en la historia de España, cuya responsabilidad le incumbe prioritariamente al cristianismo de los usurpadores españoles.
10- Siempre debes sostener que son los países occidentales los que tienen la responsabilidad de integrar a los inmigrantes musulmanes.
Son los países occidentales los que se deben adaptarse a los inmigrantes y no lo contrario. No es decente proponer el modo de vida occidental (y todas las plagas que se derivan de él) a personas que vienen de países libres de tales aberraciones culturales y perversión de costumbres. Estos inmigrantes musulmanes son seres frágiles a los que es fácil violentar con el modo de vida occidental, tan alejado del suyo propio, mucho más moral y sano. Como tonto útil del islam que eres (o que deseas llega a ser) debes hacer cuanto esté en tus manos para ayudar a esos musulmanes a reproducir integralmente su modo de vida al que están acostumbrados para no indisponerlos en su nuevo lugar de residencia. Sobre todo desconfia siempre de aquellos musulmanes que hacen esfuerzos por integrarse y a veces lo logran. Esa gente es muy rara, no son personas de fiar. Aléjate de ellos.
Apoya todas las demandas y exigencias de los musulmanes: velo, hiyab, burka y todo tripo de trapos islámicos en la vía pública, mezquitas con minaretes en cualquier parte, horarios especiales en las escuelas y permisos para saltarse las clases de Historia y Gimnasia, por ejemplo, días para musulmanes en las piscinas municipales, permisos laborales por motivos religiosos, lugares para rezar en el lugar de trabajo, derecho a elegir el sexo de su médico de cabecera, menús escolares sin carne de cerdo, etc… Defiende y promociona también el sacrificio halal, las escuelas musulmanas que impartan la enseñanza del islam más radical, la implantación su propio sistima jurídico para los asuntos internos de la comunidad musulmana y el control de los barrios por la misma sharia. De esa manera, hasta los más fanáticos se sentirán por fin en casa y la “integración” será todo un éxito.
Espero que hayas entendido todo esto y que harás todos los esfuerzos necesarios para convertirte en un ciudadano más abierto y tolerante, en un perfecto tonto útil del islam.
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