jueves, 12 de febrero de 2015

¡Anda que no le tenía yo ganas ni n'a a este!

"Pongo la mano en el fuego por Tomás Gómez. No una; las dos"


Y es que, y por si no lo recuerdas, allá por el año 2003 se vio forzado a presentar su dimisión como diputado en la Asamblea de Madrid tras ser grabado en una conversación informal en la que decía que el hundimiento del Prestige beneficiaba al P$O€

Y añadía: "Vamos sobrados de votos. Y, si es necesario, hundimos otro barco".

Desde entonces, y por mucho que se quiera hacer pasar por una piadosa monjita de la Caridad, no lo trago.

Ale y que LE den photo 0241163001382090818_zpsbd2284bb.gif

Por Gómez puse las manos
en el fuego y me quemé:
-en vano me aventuré-
y es que ni por los hermanos
debes poner mano o pie

porque en dándote la vuelta,
-si está la casa revuelta-,
te pueden venir mal dadas
y metertelas dobladas
de manera desenvuelta.


PD.- Es tal el afán de entrega y servicio a la comunidad de los políticos en España, mal pagados y sin ningún tipo de prebendas, que en cuanto les echan lo primero que hacen es ir a dar la lata en los Tribunales (que, por supuesto, pagamos el resto de los mortales).

Carmona, ¿No te ibas a ir con el hombre más honrado que has conocido en tu vida?

2 comentarios:

Javier dijo...

Por Gómez puse las manos
en el fuego y me quemé:
-en vano me aventuré-
y es que ni por los hermanos
debes poner mano o pie

porque en dándote la vuelta,
-si está la casa revuelta-,
te pueden venir mal dadas
y metertelas dobladas
de manera desenvuelta.

Un abrazo y… en esto de no poner la mano en el fuego por nadie nos puede dar lecciones Esperanza Aguirre.

Draco dijo...

Les debe gustar, a Felipe González le pasó lo mismo con Mariano Rubio.

Moraleja: No pongas la mano en el fuego por ningún rojelio.

Ni por un Mariano :(