viernes, 10 de octubre de 2014

Hoy toca otra cosa

Aparco hoy el tema del brote de ébola -por infección de una auxilar de enfermería- para dejarlo en manos de epidemiólogos tan prestigiosos como Juan Sardá, Ricardo Martin, o Wyoming*, y paso a otra cosa para desconectar un ratito del estado de alarma creado**

 El hielo alrededor de la Antártida bate su récord de extensión desde que se realizan mediciones

¿Como? ¿No habíamos quedado que el planeta se calentaba? Leñe, ¡35 mil morsas lo ponen en duda!.

En fin, lo que vengo diciendo de toda la vida: Que esto del cambio cambíatico (Moratinos dixit) es otro tongo como el del Triángulo de las Bermudas para sacar pasta a los incautos. Vamos, lo que en mi pueblo se llama un fraude



Y por si fueran pocos los empeñados en tocar los cojon*s para que España sea considerada un país del Tercer Mundo, el comunista bolivariano se dedica a  enfangar todo lo que puede***



 

* Al que no he oído, pero estoy casi seguro que no habrá dejado pasar la oportunidad de apabullarnos con su amplia experiencia como residente de medicina interna (en la Fundación Jiménez Díaz, aunque este dato es desconocido por dicha Fundación).

**
Y si no creado, si alimentado por los que dicen que no hay que crear estados de alarma. Como el mismo Ricardo Martín, que en un programa de televisión -y a pesar que se ha explicado previamente que no existe contagio mientras no se manifiesten síntomas de padecer la enfermedad-con tal de desgastar al gobierno (obviamente que no sea de los suyos) no hace más que insistir en que dicho médico que atendió a Teresa Romero ha podido contagiar a más personas al desplazarse al Carlos III en transporte público

Cosa que desde luego es pasarse dos pueblos, pero que no presenta ningún riesgo por mucho que se insinúe lo contrario. Veremos si el susodicho Ricardo dice lo mismo sobre las incursiones de El País

*** Si tanto le preocupa, y lo que quiere es "ayudar", creo que se necesitan voluntarios para trabajar de enfermeros.

3 comentarios:

Javier dijo...

¡Lo que faltaba!: Como estos valientes periodistas corresponsales de guerra bacteriológica de El País cojan el Ébola, ya sabemos a quien echar la culpa: la culpa es del vigilante porque no les impidió el paso.

Draco dijo...

Son pandillas que cada día me dejan más asombrado que el día anterior.

¡Que cara más dura tienen y que gusto por hacer daño!

Guillermo dijo...

Si me los encuentro yo, me pongo una bata y les hago un tacto rectal, !que se enteran!