lunes, 21 de enero de 2019

¿Alguien quiere matar a alguien?

¿Alguien es un asesino? Es lo que se preguntaba Gila, y que me pregunto yo.

Porque es difícil de entender que un asesino mate, estando en libertad y con la opinión en contra de la junta de tratamiento de la prisión, a la abogada que lo defendió por el asesinato de su mujer, y que otro (sin delitos de sangre y gravemente enfermo) permanezca en prisión preventiva porque una jueza se empeñe en hacer caso a un sirio que dice que encontró (en una casa que iban a derruir) unos "papeles" con su nombre, no pueda salir para tratarse su enfermedad fuera de la prisión con la excusa de un posible riesgo de fuga (?)

Como esta no es la primera vez, cabe preguntarse qué más hay detrás para querer que Zaplana muera en la cárcel.

¿Algún vecino al que le deba dinero? ¿Alguna antigua novia de sus tiempos de estudiante en la Facultad de Derecho de Alicante?

Y con lo de la antigua novia no miro a nadie pero, como estas cosas ocurren, me pregunto si coincidirían en la misma Facultad. 

Que nadie ponga el grito en el cielo: La menestra de Justicia, ante el conocimiento de la existencia de prostíbulos dedicados a la extorsión, su opinión es que se trata de un "Éxito asegurado".

Lo que te da una idea de como anda el patio judicial, donde todo es posible.

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