viernes, 29 de mayo de 2015

No es que sea lo habitual,

pero cuando se pasa uno todo el día haciendo el gilipollas:


estos son los resultados:


Y es que el personal ya empieza a darse cuenta que le toman el pelo y corresponde con su más clamorosa indiferencia. Poco a poco por el momento, pero espero espabile con el tiempo y suceda más a menudo que mande a casa a tanto desertor del arado que ha encontrado puesto de parásito en la cosa política.

Si te digo la verdad, ¡No lo lamento ni un pijo!  photo icon_dedo.gif

2 comentarios:

Javier dijo...

Son ovejas con píel de lobo, como diría Guillermo: "no tienen ni dos sopapos".

Draco dijo...

Lo malo es que esta pandilla de parados y desertores del arado, por nuestra culpa, son los que gobiernan el país.

Luego nos preguntaremos como hemos llegado a parecernos a Venezuela (creo que será el tema de mi próximo post)