viernes, 21 de septiembre de 2018

¿Y qué coño esperaban?

¿Que los turistas van a dejarse el dinero en donde les roban, y donde, a poco que se descuiden, intentan matarte a latigazos? 


Y si ya cuando vas a la playa te encuentras ratas muertas en el agua....¡apaga y vámonos!.



Al final, y como ya he dicho en alguna otra ocasión, Barcelona se quedará como cobijo final de manteros, maricones, lesbianas, okupas, mochileros, y etc. etc.

Pero el turismo fetén se irá a otros sitios.

Que haberlos, haylos. Muchos y muy buenos.

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